Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que el cáncer es la segunda causa de muerte en el planeta. Tan sólo en el año 2015 se registraron cerca de 8.8 millones de defunciones atribuibles a esta importante enfermedad. Entre los tipos más comunes, destacan el cáncer de pulmón, hígado y colorrectal, los cuales aportan poco más de 3 millones de fallecimientos.
I.A., ¿una alternativa?
Con esto en mente, la primer ministro del Reino Unido, Theresa May, presentó un plan específico que busca fomentar el diagnóstico temprano de la oncopatía a través de la incorporación de nuevas tecnologías basadas en inteligencia artificial, tarea que podría revolucionar la atención oncológica en todo el planeta.
En este sentido, la mandataria británica explicó que la estrategia nacional tiene el objetivo de reducir en aproximadamente 22 mil las muertes anuales registradas por la atención, diagnóstico y tratamiento del cáncer al 2033. Una pretensión sumamente ambiciosa que busca, además, aumentar de media la esperanza de vida en cinco años para 2035.
El diagnóstico tardío de enfermedades que de otra manera serían tratables es una de las principales causas de muerte evitable en Reino Unido. Por ello, el desarrollo de tecnologías inteligentes para analizar grandes cantidades de datos de forma rápida y con un mayor grado de precisión de la que es posible para los seres humanos abre un campo completamente nuevo de investigación médica y nos da una nueva arma en nuestro arsenal en la lucha contra el cáncer.
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