- A partir del inicio de la pandemia se registró un aumento exponencial en el número de consultas médicas a distancia.
- En el 2015 se presentó el Proyecto de Norma PROY-NOM-036-SSA3-2015 que pretendía la regulación de la telemedicina pero al final no se concretó.
- La carencia de leyes deja desamparados a los doctores y pacientes porque no hay criterios específicos acerca de cómo se debe ofrecer una consulta a distancia.
La tecnología se encuentra inmersa en todos los ámbitos de la vida. Es una herramienta que tiene el objetivo de facilitar cualquier tipo de actividad. Dentro del campo de la salud se puede apreciar con la telemedicina, la cual cada vez es más frecuente aunque de forma inexplicable carece de una regulación a nivel nacional. Por lo tanto, tanto los pacientes como los doctores están desprotegidos cuando el servicio se ofrece a distancia.
La pandemia impulsa la digitalización
Durante los últimos años y a raíz de la pandemia, la telemedicina y telesalud han crecido de manera acelerada en México. Aunque se ha pretendido regular por parte del gobierno federal estas actividades, al final no se han emitido leyes concretas.
Al respecto, José Alberto Campos Vargas, socio de la práctica de Ciencias de la Vida en Sánchez Devanny, señala que los servicios y actividades de telemedicina en el país no se encuentran específica o correctamente regulados por la Ley General de Salud y Reglamento en Materia de Prestación de Servicios de Atención Médica. El motivo es porque entraron en vigor en 1984 y 1986, respectivamente, y desde entonces no se han publicado actualizaciones adaptadas a los tiempos modernos.
“Si bien, las autoridades han empleado ciertos esfuerzos para verificar el uso de diversas tecnologías en la práctica médica y servicios de salud, incluyendo la emisión de Normas Oficiales Mexicanas, y algunos acuerdos y disposiciones administrativas aisladas, ninguna de ellas regula de manera precisa la prestación de servicios de telemedicina o telesalud y en ocasiones, dada su antigüedad no reflejan los avances tecnológicos aplicables a estos conceptos”.
Dentro de los objetivos de la telemedicina se encuentra el proporcionar atención médica eficiente a través de, entre otros, la eliminación de la presencia física de los profesionales de la salud y el uso de establecimientos o lugares específicos. De esta forma se garantiza poder otorgar un servicio en un tiempo menor y con mayor eficiencia de costos.
La carencia de regulación específica para la telemedicina y la telesalud ha propiciado diversos riesgos y retos. Por mencionar algunos, se mantiene una menor interacción humana entre el profesional de la salud y los pacientes. También existe la posibilidad de falta o fallas en la comunicación relativa a los padecimientos, uso incorrecto o desconocimiento de los medios de comunicación necesarios para prestar los servicios, recolección y uso de información parcial o incorrecta relativa a la sintomatología del paciente, potenciales temas de protección de privacidad, entre otros.
Con el objetivo de evitar caer en estos riesgos, es importante que se cubran requerimientos básicos para la presentación de servicios de salud:
- Contar con los medios o aparatos de comunicación necesarios para asegurar una correcta comunicación entre paciente y el profesional de la salud.
- Tener establecimientos con la infraestructura y requerimientos para que el paciente pueda tener un contacto directo con un profesional de la salud.
- Enlistar los requisitos para los profesionales de la salud que tendrán, según sea el caso, contacto directo con el paciente.
A pesar de que los requisitos puedan parecer muy básicos, actualmente no existen en México dispositivos legales que establezcan de manera clara las disposiciones mínimas que se deban cumplir para la prestación de este tipo de servicios de atención médica.
El proyecto que nunca fue aprobado
Uno de los esfuerzos que el gobierno realizó para regular los servicios de atención médica a distancia fue la publicación del Proyecto de Norma PROY-NOM-036-SSA3-2015, en el Diario Oficial de la Federación. Sin embargo, fue cancelado y hasta la fecha no se ha impulsado alguna normatividad al respecto.
Por ello, México aún enfrenta un gran reto para la regulación de los servicios de telemedicina y telesalud, y la falta de ello puede implicar graves afectaciones en la salud de los pacientes que no tienen la posibilidad de acudir a establecimientos o especialistas de una manera directa.
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