Ante el posible aumento de enfermedades infecciosas entre la comunidad escolar por el regreso a clases presenciales, que los obliga a estar en espacios cerrados durante mucho tiempo -a veces poco ventilados-, además de compartir objetos y olvidar la sana distancia, lo cual es caldo de cultivo para virus y bacterias, diversos médicos han sugerido el uso de inmunomoduladores, como una acción preventiva.
Y para muestra un botón: la titular de la Secretaría de Educación Publica (SEP), Delfina Gómez, informó esta misma semana que se han detectado contagios de Covid-19 en 88 escuelas –de las 135,230 que ya abrieron–, a una semana de que inició el ciclo escolar 2021-2022.
A decir de los médicos pediatras, los inmunomoduladores pueden ser una de las mejores herramientas de los padres de familia para reforzar el sistema inmune de los niños ante diferentes tipos de virus, bacterias y hongos.
El uso de inmunomoduladores -como los que tiene en su catálogo el laboratorio Armstrong- se trata de una acción preventiva que estimula y modula al sistema inmunológico, con el fin de ejercer una protección efectiva y duradera contra el desarrollo de infecciones, lo cual es posible por varios factores, como inducción, modulación, mejora de la función y maduración de distintas líneas celulares, que por lo regular se encuentran deficientes, pero su correcta combinación actúa en la prevención y tratamiento de procesos infecciosos.
A decir del doctor Gerardo López, infectólogo y alergólogo pediatra, miembro de la Academia Mexicana de Pediatría y director de Asistencia Pediátrica Integral, los niños tienen menor cantidad de cuadros asintomáticos por Covid-19, comparado con los adultos, pero pueden propagar el virus a otras personas, lo que también es muy grave.
Y es que ante la pandemia, que ha sido un largo periodo de aprendizaje de cómo funcionan las enfermedades infecciosas, hoy en día somos más conscientes de nuestra salud, así que el fortalecimiento del sistema inmune es toda una prioridad, puesto que es la mejor arma que nuestra humanidad tiene a la mano contra los virus y las bacterias, analizó el doctor Javier Murillo, inmunólogo clínico y director médico de Inmunología y Nutrición Clínica.
Sin embargo, no hay que olvidar que la principal medida, antes de tomar ningún medicamento, es la buena alimentación -una dieta balanceada, pero basada en el consumo de frutas y verduras y proteínas, con eliminación de grasas y azúcares-, hacer actividad física de manera regular, tomar todos los días el agua suficiente para nuestro cuerpo, dormir el tiempo suficiente, evitar el estrés y conservar todas las medidas sanitarias aprendidas durante la pandemia.
Nunca es tarde para empezar a cuidarse y a prevenir enfermedades. Menos en tiempos de pandemia.
Nuestros recuerdos nos definen como personas
“Sin nuestros recuerdos no seríamos nada, o al menos, no seríamos las personas que somos ahora”, expresó en conferencia de prensa el doctor Samuel Serfati, director de Operaciones de Laboratorio Jayor y director general de la distribuidora Biolife.
Pocas veces valoramos esto, que nuestros recuerdos nos dan una identidad, nos ubican en el mundo y nos dan una razón de ser. Justo por eso perder la memoria suele ser un evento catastrófico, tanto para quien lo padece como para sus familiares y amigos.
El próximo 21 de septiembre se conmemorará el “Día Mundial del Alzheimer”, que nos hace volver a poner este tema en la mesa. Como sabemos, la medicina en México es más correctiva que preventiva, pero esto tiene que cambiar poco a poco, con el fin de que desde los médicos de primer contacto hasta los especialistas, puedan detectar los primeros síntomas de las enfermedades crónico-neurodegenerativas.
También es necesario insistir en que no es necesario que las personas empiecen a tomar síntomas para actuar. Como sabemos, la memoria puede protegerse con las medidas médicas generales, que van desde tener una alimentación correcta, una hidratación adecuada, ejercicio regular, descanso reparador y eliminación de hábitos como el consumo de alcohol y tabaco, entre otros. Además, los médicos pueden recomendar lo que se conoce como “gimnasia cerebral”, que va desde la resolución de crucigramas y sopas de letras, entre otros, hasta aprender un nuevo idioma.
Otra opción, que empieza a ser reconocida por el gremio médico, desde los de primer contacto hasta internistas, endocrinólogos y neurólogos, entre otras especialidades, es el Omega 5 nanoemulsionado, el cual se desarrolló en https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg en 2013 por el Centro Médico Hadassah y la Universidad de Jerusalén. Luego de rigurosas investigaciones durante estos ocho años, se ha evidenciado, a nivel científico, que este producto disminuye la progresión de muchas enfermedades neurológicas que surgen a través de los años, como es la demencia senil, el Parkinson y el Alzheimer, entre otras.
En México se han realizado estudios sobre la eficiencia del producto en instituciones de amplia credibilidad, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ), el Hospital General Manuel Gea González (HGMGG), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNNMVS).
Estetoscopio
En el “Pulso de la Salud” de la conferencia mañanera de esta semana, por un lado nuestro canciller Marcelo Ebrard presumió los más de 104 millones de dosis de vacunas anti Covid que han llegado -o envasado- a México, pero por otro, el polémico político Hugo López-Gatell externó una frase lapidaria: “por cada niño que se vacune se le quita la oportunidad a un adulto que la necesita más”, porque en teoría los niños no se enferman de gravedad de esta enfermedad que recorre el mundo, cuando todos sabemos que esto es una gran mentira. Una más de este gobierno de la 4T. Habráse visto.