Ya sea que trabajes por cuenta propia o labores para una institución de servicios de salud, siempre deberás luchar por conseguir lo que quieres y, para eso, hay que aprender a comunicarse efectivamente, acto que incluye proporcionar retroalimentación negativa, en algunos casos, pero, ¿cómo lograrlo sin que la gente se ponga a la defensiva? Para ocasiones como esas, existe la técnica de las 3K, ¿ya la conoces?
La regla “Kiss, Kick, and Kiss again” o 3K busca que el interlocutor acepte los comentarios y se sienta motivado para mejorar. Ésta consiste en hacer que tus colegas, colaboradores, o en su caso, empleados, vean en su conducta aspectos susceptibles de ser mejorados.
Para usar la regla 3K puedes iniciar con un comentario positivo sobre tu interlocutor, a fin de romper la tensión, por ejemplo: “tu atención hacia los pacientes ha mejorado considerablemente”. Enseguida, es momento de introducir la crítica constructiva, enfatizando aquellos aspectos en los que puede evolucionar: “aunque podríamos hacer de la comunicación una herramienta más efectiva; prueba usar palabras menos especializadas al abordarlos”.
A fin de dejar claras tus peticiones, hay que subrayar aquello que se desea corregir, refiriendo siempre las áreas susceptibles de mejora: “Enfócate en transmitir la información esencial de modo claro; si es necesario, pregunta qué es lo que entendieron. Si mejoras la comunicación con el paciente habremos ganado mucho para le consultorio”.
Por último, hay que cerrar la crítica con un reconocimiento a su conducta, para asegurar que se sienta motivado. Por ejemplo: “hasta ahora has hecho muy buen trabajo, así que no dudo que podremos afinar este aspecto”.
Ahora que ya sabes cómo transmitir críticas de forma positiva, pon a prueba la regla 3K, verás que tus colegas médicos y empleados, incluso, te lo agradecerán.
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