Hace unos días comentábamos que el entrenamiento es una de las etapas más importantes por las que deben pasar tus nuevos colaboradores antes de integrarse por completo al ambiente laboral. Además, es necesario evaluar constantemente la funcionalidad de este proceso.
La vez pasada planteamos las primeras cinco de once preguntas, en las que tocamos temas como la calidad de información para evaluar los logros y de los objetivos mismos. Ahora, examinaremos algunas interrogantes que te ayudarán a entender la naturaleza de los cambios que debes hacer:
¿Cómo fue el ritmo del entrenamiento?
A veces se pueden establecer tiempos diferentes para maximizar el impacto de la asesoría. Por ejemplo, tal vez la capacitación que planteabas impartir podría haberse logrado en una sola sesión de tres horas, pero al repartirla en seis módulos de media hora difuminaste el interés de tu personal.
¿Realmente tus colaboradores disfrutaron el proceso?
Esta pregunta es difícil de responder, porque podrías tener la impresión que no muchas personas aprecian una sesión de entrenamiento. Sin embargo, muchas veces se tiene esta aversión porque no hay una dinámica interesante, la información es redundante o la presentación es confusa.
¿Qué métodos utilizaste para mantener la atención?
Si quieres que se apliquen las lecciones y conocimientos de la capacitación, es necesario que le des seguimiento a tus colaboradores para que no se olviden de lo que aprendieron. Puedes usar sesiones de refuerzo, campañas de email y hasta hacer referencia a ellas en reuniones de equipo.
¿Cuáles fueron los costos?
Esta es otra pregunta difícil de responder, porque tiene variantes que en primera instancia se te pasen. Toma en cuenta si lo que sacrificaste para el entrenamiento (tiempo de trabajo, espacios reservados, salarios de profesionales de educación, etcétera) tiene un buen retorno de inversión.
¿Qué elementos del entrenamiento vas a conservar?
Una ves respondidas todas las preguntas, identifica claramente qué cosas están dando resultados de tu proceso de capacitación. Esta lista te ayudará a construir un proceso de enseñanza ideal para tu consultorio en el futuro, que puede irse modificando conforme cambien las necesidades.
¿Qué elementos debes de cambiar?
Aquí es el momento de innovar y considerar alternativas que no habías visitado anteriormente que puedan mejorar o hacer más rico el proceso. Acuérdate aquí de incluir cosas nuevas que se presenten como evolucione tu consultorio y no tengas miedo de descartar cosas que ya no sirvan.