La elevada competencia que existe en la Medicina en nuestro país provoca que debas esforzarte por ser diferente a tus colegas. De no hacerlo corres el riesgo de que los pacientes no se sientan satisfechos con tu trabajo y decidan acudir con otro especialista.
Más allá de realizar una revisión completa y ofrecer un diagnóstico, una atención de calidad consta de más elementos. Sumado a lo anterior existen algunas características relacionadas con la fidelización y lograr generar una relación a largo plazo con los pacientes.
Con esto en mente, existen algunos motivos que provocan que un paciente decida no regresar con el mismo médico. La información es importante porque te ayudará a no cometer cualquiera los puntos mencionados dentro de tu trabajo profesional.
No tienes una imagen pulcra
Aunque puede ser injusto, en el campo de la Medicina la imagen desempeña un lugar muy importante. A la mayoría de los pacientes les gusta ser atendidos por personas que cuiden su aspecto físico. El preocuparse por mantener la barba rasurada o maquillaje discreto en el caso de las mujeres es una buena forma de empezar.
Vestimenta inadecuada
Relacionado con el aspecto anterior, una vestimenta adecuada es vital para generar confianza en el paciente. Portar calzado lustrado y un pantalón de vestir son rasgos necesarios que complementan a la característica bata blanca. Recuerda que dentro del consultorio todos los detalles cuentan.
No utilizas un lenguaje entendible
Muchos médicos cometen el error de creer que los pacientes conocen lo mismo que ellos. Por eso, al momento de ofrecer un diagnóstico utilizan términos que para los galenos son cotidianos pero no para los pacientes. Al final lo que se logra es ahuyentar a las personas y provocar que no decidan regresar con el mismo especialista.
No proyectas empatía
En una relación médico-paciente es indispensable la confianza y para alcanzarla se requiere de empatía. Cada galeno es distintos y mientras a algunos se les facilita, para otros puede ser complicado desarrollar esta característica. Al final siempre debes de tener presente que atiendes a personas y no a máquinas. Recuerda ponerte en la posición de las otras personas para que entiendas su postura y logres ser un médico empático.
Ofreces un diagnóstico equivocado
Es notorio que cualquiera se encuentra expuesto a cometer errores, pero cuando se trata de un diagnóstico médico las consecuencias pueden ser bastante graves. En primera instancia corres el riesgo de que el paciente ya no quiera regresar contigo. Pero además también te puedes enfrentar a sufrir de una demanda por negligencia.