Una mala circulación de la sangre puede ocasionar diversos problemas: várices en las piernas, aneurisma, formación de coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares o enfermedades coronarias, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Una de las maneras de evitar todo lo anterior es elevar las piernas durante un periodo de 15 minutos, suficientes para promover que la sangre corra con la fuerza suficiente a lo largo y ancho del cuerpo.
Esta práctica que realmente no llevas demasiado tiempo es altamente recomendable, incluso para los médicos que tienden a pasar muchas horas sentadas en la consulta o en sus sesiones online y que no tiene el tiempo de hacer ejercicio.
Beneficios de poner en alto las piernas
Mejora la digestión. Los problemas digestivos suelen ser causa de una mala calidad de vida en el paciente, pero la buena circulación sanguínea ayuda a que éstos desaparezcan.
Alivia la sensación de las piernas cansadas. A menudo después de un día de arduo trabajo, las piernas son las primeras en sentarse fatigadas. Esta sensación se puede eliminar poniendo las piernas en alto.
Reduce la hinchazón y retención de líquidos en los pies. Igualmente, los pies a veces suelen ser una de las zonas del cuerpo más castigadas debido a malos hábitos físicos. Pero elevando las piernas durante algunos minutos al día los pies ya no tendrían que soportar esa carga excesiva de cansancio.
Se relaja el sistema nervioso y el estrés. Esta práctica contribuye en gran medida a hacer una diferencia entre un día lleno de tensión y otro donde se pueda poner eliminar el estrés. Poner las piernas en alto suele ser una práctica reconfortante especialmente en las noches o después de un día intenso.
Es excelente para descansar mejor. Por último, uno de los grandes beneficios de promover una correcta circulación sanguínea es que el cuerpo se siente más propenso a descansar mejor y tener un sueño más placentero, razón suficiente para recomendar esta práctica como parte de la vida diaria.
Todo lo que tienes que hacer es recostarte sobre una superficie suave (puede ser la cama) y pegar las piernas a la pared totalmente estiradas hacia arriba. Quince a 20 minutos al día son suficientes para activar el flujo sanguíneo en el cuerpo. De esa manera tus pacientes experimentaron momentos de absoluta relajación que pueden acompañar con un poco de música. Incluso tú lo puedes llevar a cabo en tu consultorio médico como una terapia relajante.
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