Hoy en día es realmente difícil tener una buena salud mental. Redes sociales, interacciones con otras personas, uso de sustancias. Todos estos elementos afectan significativamente el bienestar psicológico de las personas. Para un estudiante de medicina, el reto se multiplica con las exigencias de la carrera. Si formas parte de este grupo, ¿sabes qué hacer para seguir cuerdo?
1Realiza ejercicio
El bienestar físico y la salud mental están íntimamente relacionadas. Entre mejor cuides de tu cuerpo, será más difícil que desarrolles ansiedad, depresión o cambios de humor súbitos. Procura realizar actividades simples como correr, caminar o subir las escaleras siempre que puedas.
2Hazte un tiempo para tus actividades favoritas
Oír música. Jugar videojuegos. Leer libros y revistas. Explorar la ciudad. Si llevas a cabo acciones que disfrutes, tu salud mental se beneficiará significativamente. Para los estudiantes de medicina (y cualquier profesional de la salud, en realidad), no toda la vida debería ser solo trabajo.
3Deja de afectar tu salud mental con metas imposibles
Por supuesto, cualquier buen profesional médico aspira a la autosuperación constante. Sin embargo, hay una gran diferencia entre querer ser mejor y imponerse objetivos abrumadores. Asegúrate que todas las cosas que te propongas sean alcanzables con tu tiempo y habilidades.
4No olvides los pensamientos positivos
La salud mental, obviamente, empieza por tu estado psicológico. Muchas veces los estudiantes de medicina tienden a olvidar las cosas buenas de su vida con el estrés de la facultad. Tómate el tiempo de enumerar qué elementos de tu entorno son positivos, como tu familia o tus amigos.
5Acércate a la parte espiritual
Es bueno que de vez en cuando trates de meditar y conciliar los aspectos físico y emocional de tu persona. No significa que debas empezar a practicar una religión, si no va acorde a tus creencias. Tu salud mental también se beneficia con sesiones de yoga o al vaciar tu mente activamente.
6Habla con otras personas
Los estudiantes de medicina no están solos. Familia, amigos y compañeros de facultad son robustos pilares en los que se pueden apoyar en tiempos difíciles. Además, el pertenecer al sector salud no significa que no necesiten ayuda clínica externa. Recuerda que no está mal acudir a un psicólogo o psiquiatra si crees que es necesario para cuidar adecuadamente de tu salud mental.