A pesar de los cientos de investigaciones que se han realizado para tratar de detener el proceso de envejecimiento en los seres humanos, ninguno ha sido capaz de conseguirlo. Sin embargo, una nueva investigación realizada por la Universidad Brigham Young, de Utah, Estados Unidos, sorprendió con la noticia de que sí es posible retrasar un tipo de envejecimiento: el que ocurre dentro de las células, siempre y cuando se esté dispuesto a hacer mucho ejercicio.
Que alguien tenga 40 años de edad no significa que también tenga 40 años biológicamente. Todos conocemos a personas que lucen más jóvenes de lo que son en realidad. Cuanto más activa sea el individuo, menos envejecimiento biológico tendrá nuestro cuerpo”, explicó Larry Tucker, autor principal de la investigación.
El experto mencionó que las personas que mantienen una alta carga de actividad física, tienen telómeros un poco más largos que aquellos individuos con un estilo de vida sedentario, o que llevan una vida moderadamente activa.
Los telómeros equivalen a nuestro reloj biológico, cada vez que una célula se replica, se acortan; conforme crecemos, más cortos son nuestros telómeros, explicó el especialista.
Los resultados de la investigación revelaron que los adultos con altos niveles de actividad física tenían telómeros más largos con una ventaja biológica de envejecimiento de 9 años sobre las personas sedentarias. Aún desconocemos cómo el ejercicio conserva los telómeros. Tal vez se deba a la inflamación y al estrés oxidativo.