Luego de que se confirmará que el Presidente Andrés Manuel López Obrador diera positivo para COVID-19, de inmediato se desplegó todo un operativo para recopilar personal capacitado que se encargará de velar por la salud del primer mandatario. El mismo Dr. Jorge Alcocer, Secretario de Salud, lidera el grupo de profesionales que tiene la responsabilidad de monitorear la evolución de la enfermedad en el primer mandatario.
Según explicó José Luis Alomía, director de epidemiología, López Obrador se encuentra estable y apenas está presentando: “En este momento él está expresando signos y síntomas de un COVID leve y se encuentra resguardado en su domicilio”, afirmó en la conferencia de prensa de este domingo..
A través de su cuenta de Twitter, el propio mandatario federal informó sobre su estado de salud, y aseguró que se mantenía optimista. “Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar cómo lo hacemos todos los días.”
Indicó que seguirá atendiendo su agenda desde su residencia, en el Palacio Nacional de Ciudad de México.
¿Qué personal se encarga de la salud?
Para la atención de la salud del Jefe del Estado Mexicano, hay un equipo de especialistas de infectólogos y neumólogos que supervisarán el progreso del contagio.
“El presidente va a estar en un seguimiento continuo, puntual, un monitoreo permanente por parte de los especialistas, neumólogos, infectólogos, inmunólogos, para que cualquier dato que en su momento amerite algún tipo de tratamiento o incrementar las magnitudes de éste, sea inmediatamente colocado”, refirió el funcionario federal.
El exceso de personal se debe a que el Presidente es un paciente con varias patologías. López Obrador, es hipertenso, sufrió un infarto el pasado 2013. Por ello el equipo de médicos mantiene un “monitoreo permanente” de los niveles de oxigenación del mandatario. Alomía explicó que los enfermos con diabetes e hipertensión tienen más dificultades para encarar la enfermedad solo si estas se encuentran descontroladas.
El presidente de México ha mantenido una postura polémica con el uso del cubrebocas. De forma pública, a excepción de los vuelos, se ha resistido a utilizar, una sencilla medida adoptada por los principales especialistas en todo el mundo y muchos de sus colaboradores en el Gabinete.
En noviembre rechazó imponer de forma obligatoria a nivel nacional bajo el argumento de que “lo más importante es la libertad”. “La gente debe decidir libremente usarlas o no y se debe confiar en su sabiduría”, añadió.