La tos es una de las respuestas naturales del cuerpo para limpiar las vías respiratorias de mucosidad, irritantes o partículas extrañas. Sin embargo, puede ser más que un simple reflejo protector; su tipo y características pueden dar pistas importantes sobre nuestra salud. Existen diversos tipos, cada uno relacionado con distintas condiciones o enfermedades. A continuación, te explicamos los más comunes y lo que podrían estar indicando.
1. Tos seca
La tos seca, también conocida como tos no productiva, es aquella en la que no se produce mucosidad. Suele ser irritante y puede generar dolor en la garganta. Este tipo está asociado a condiciones como resfriados, alergias, la exposición a irritantes como humo o polvo, y enfermedades respiratorias como la laringitis o la faringitis. También es un síntoma común de la seca, relacionada con el asma o la COVID-19.
2. Con flema o productiva
La productiva es aquella en la que se expulsa mucosidad o flema. Generalmente, indica que las vías respiratorias están tratando de eliminar exceso de moco. Esta tos puede estar relacionada con infecciones respiratorias como bronquitis, neumonía, resfriados o incluso enfermedades crónicas como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). La flema puede ser clara, amarilla, verde o incluso con sangre, lo que puede ayudar a determinar la gravedad o la naturaleza de la infección.
3. Crónica
Se considera crónica cuando persiste durante más de 8 semanas. Puede ser un signo de una enfermedad subyacente, como asma, reflujo gastroesofágico, sinusitis crónica, o incluso una respuesta a la contaminación ambiental. En muchos casos, la crónica está relacionada con condiciones que afectan las vías respiratorias de forma prolongada.
4. Tos nocturna
La tos que empeora por la noche puede ser particularmente incómoda, y generalmente está relacionada con afecciones como el asma o el reflujo gastroesofágico (ERGE). En el caso del asma, la nocturna puede indicar que los bronquios se inflaman y dificultan la respiración. Si la tos está acompañada de acidez estomacal o regurgitación, podría ser una señal de reflujo ácido.
5. Tos whooping o tos ferina
Este tipo de tos se caracteriza por un sonido agudo al inhalar después de un ataque. Es típica de la tos ferina, una infección bacteriana muy contagiosa que afecta principalmente a los niños, aunque también puede presentarse en adultos. Es peligrosa, ya que puede causar complicaciones respiratorias graves, especialmente en bebés y personas con el sistema inmune debilitado.
6. Psicógena
Aunque menos común, existe un tipo llamada psicógena, que no tiene causa física aparente, sino que está relacionada con factores emocionales o psicológicos. Esta tos puede ser más frecuente en situaciones de estrés o ansiedad, y generalmente se alivia cuando la persona está tranquila o relajada.
Aunque frecuente y generalmente inofensiva, puede ser un indicativo de diversas condiciones de salud. Si bien algunas tos pueden desaparecer por sí solas, es importante prestar atención a su duración, tipo y otros síntomas acompañantes. Si persiste más de unos pocos días o está acompañada de fiebre, dificultad para respirar, o sangre en el esputo, es fundamental consultar a un médico para recibir un diagnóstico adecuado.