Los linfomas son un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, una parte fundamental del sistema inmunológico del cuerpo. Estos se desarrollan cuando los linfocitos (un tipo de glóbulo blanco) crecen y se multiplican de manera anormal. Existen dos tipos principales de linfomas: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin, cada uno con subtipos y características distintas.
1. De Hodgkin, uno de los linfomas menos común
El linfoma de Hodgkin es menos común que el linfoma no Hodgkin y se distingue por la presencia de células grandes y anormales llamadas células de Reed-Sternberg. Estas células se detectan bajo el microscopio y son fundamentales para el diagnóstico de este tipo de linfoma. Los principales subtipos del linfoma de Hodgkin son:
- Linfoma de Hodgkin clásico: Representa aproximadamente el 90% de los casos. Incluye variantes como la esclerosis nodular, la celularidad mixta, la depleción linfocítica y el predominio linfocítico.
- Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular: Es menos común y tiene un comportamiento menos agresivo que el linfoma clásico. Este subtipo generalmente afecta a ganglios linfáticos en el cuello o la axila.
El linfoma de Hodgkin es uno de los tipos de cáncer más tratables, especialmente si se diagnostica en etapas tempranas.
2. Linfoma no Hodgkin
El linfoma no Hodgkin es más frecuente y comprende un grupo diverso de cánceres que se originan en los linfocitos B o T. Existen más de 60 subtipos diferentes, y su comportamiento varía desde formas indolentes (de crecimiento lento) hasta agresivas. Algunos subtipos comunes son:
- Linfoma difuso de células B grandes (LDCBG): Es el tipo más común de linfoma no Hodgkin, con crecimiento rápido y que requiere tratamiento inmediato.
- Linfoma folicular: Un linfoma indolente de crecimiento lento que a menudo afecta a personas mayores.
- Linfoma de Burkitt: Es un tipo altamente agresivo, más común en niños y adolescentes, pero también puede afectar a adultos.
- Linfoma de células del manto: Es un tipo raro que afecta principalmente a adultos mayores.
Los linfomas varían ampliamente en cuanto a su agresividad y respuesta al tratamiento. Mientras que algunos tipos, como el linfoma de Hodgkin, suelen ser altamente tratables, otros tipos de linfoma no Hodgkin pueden requerir tratamientos más intensivos y un seguimiento a largo plazo. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son claves para mejorar los resultados en los pacientes.