El campo de las enfermedades es bastante extenso y por lo regular las más populares son las de mayor incidencia. Aunque también hay otras que afectan a millones de personas pero no son de conocimiento público. Así ocurre con las maloclusiones y todos los efectos que provoca. Se trata de un problema bastante frecuente la mayoría de la población lo desconoce.
Para tener en cuenta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que ocupa el tercer lugar dentro de las enfermedades bucales. Pero más allá de los dientes desalineados, sus efectos pueden manifestarse en problemas para dormir, dolor de cabeza y mareos. Por ello deben ser atendidas por expertos ortodoncistas certificados porque no solo se trata de un aspecto estético.
¿Cómo se manifiestan?
Cuando hablamos de maloclusión dentales, básicamente nos referimos a una incorrecta alineación de los dientes y/o mandíbulas. Sin importar si se trata de mordida cruzada, mordida abierta, protusión o sobremordida, este desajuste altera la articulación de la mandíbula y produce una serie de dolencias que rara vez se asocian a algo dental como las cefaleas, dolor en el cuello y espalda, apnea del sueño, zumbido en el oído, mareos, entre otros.
Por supuesto están los síntomas que suelen ser más evidentes como bruxismo, desgaste dental, molestia al masticar los alimentos, dolor habitual en los músculos faciales o mandíbula, respirar por la boca sin cerrar los labios, morderse las mejillas de forma frecuente o tener una alta recurrencia a caries y gingivitis. Debido a la mala posición de los dientes se dificulta el cepillado.
De acuerdo con la doctora Hilda Torre Martínez, Presidenta de la Asociación Mexicana de Ortodoncia, “es de suma importancia conocer la experiencia y certificaciones con las que cuenta el ortodoncista que nos atenderá. Estamos hablando de un diagnóstico y tratamiento que si no se realiza correctamente, puede tener implicaciones en la salud, principalmente, el impacto en una buena deglución”.
Un problema de salud en general
Por todo lo anterior es que se trata de un tema que no solo preocupa a los odontólogos sino que su importancia es para cualquier profesional de la salud. Empieza como un problema bucal pero se extiende al resto del cuerpo.
Por otra parte, la mejor forma para combatir las maloclusiones y sus efectos es mediante las consultas periódicas. Lo ideal es que exista una cultura de acudir a revisiones al menos una vez al año. De esta forma se pueden identificar los problemas de todo tipo desde sus primeras manifestaciones. Al conseguirlo es posible empezar de inmediato con el tratamiento más adecuado para cada paciente.