La falta de acceso a fuentes de agua confiables y el saneamiento eficiente genera pobreza, inequidad, enfermedad y muerte. Son muchas las enfermedades que se transmiten a través de este líquido y en México ocupan el primer lugar entre las causas de muerte infantil en niños de entre 1 a 5 años.
Según el XIII Censo Nacional de Población y Vivienda, en México, el 91 por ciento de la población tiene servicio de agua potable y el 90 por ciento tiene cobertura de alcantarillado. Considerando la cobertura actual y el crecimiento poblacional, según la Agenda del Agua 2030, el reto será incorporar a 36,8 millones de habitantes a la cobertura de agua potable y 40,5 millones a la de alcantarillado.
Alcanzar la cobertura universal en el año 2030, requerirá inversiones de 215 mil millones de pesos y la instrumentación de medidas de higiene, educación y acceso a los servicios de salud.
Factores que contribuyen a la escasez de agua
En México, la falta de agua es un problema creciente y es debida a varios factores, entre los que se pueden destacar los siguientes:
- Cambio climático: la sequía en el país es, cada vez más común, debido al calentamiento global.
- Urbanización: el crecimiento de las ciudades mexicanas ha llevado a un aumento en la demanda de agua y muchas ciudades no tienen la infraestructura necesaria para abastecer a su población en crecimiento.
- Uso excesivo en agricultura: la agricultura es responsable del 77 por ciento del consumo de agua en México. Los cultivos necesitan mucho este líquido y la irrigación ineficiente puede desperdiciar grandes cantidades de este líquido.
- Contaminación: este es un problema grave en México. La falta de regulación y de inversión en infraestructura de tratamiento de aguas residuales significa que muchos cuerpos de agua están contaminados.
Efectos de la falta en los ciudadanos
En la vida cotidiana de los mexicanos, la escasez de este agua tiene numerosos efectos, entre los que destacan:
- Problemas de salud: aparición de algunas enfermedades relacionadas como la diarrea.
- Conflictos sociales: sobre todo entre diferentes usuarios, como agricultores y las ciudades.
- Pérdida de ingresos: puede afectar a la agricultura y otros sectores económicos que dependan de ella.
- Escasez: muchas personas no tienen acceso a su variedad potable. Las que sí lo tienen a menudo tienen que lidiar con interrupciones en el suministro.