Aunque así lo parezca, no haber quedado en tu residencia en el ENARM no es el fin del mundo. Sin embargo, cuando alguien no logra sus metas, se apoderan sentimientos profundos de ansiedad, tristeza, vergüenza e ira y es natural. De hecho, se podría llegar a decir que es importante sentirse herido después de un fracaso.
Pero en lugar de reprimir con fuerza estos sentimientos y emociones, utilízalos a tu favor. En lugar de sentirte mal y revolcarte en tu propia autocompasión, usa estos sentimientos como su impulso para mejorar el desempeño futuro.
¿QUÉ ES LO PRIMERO QUE DEBES HACER?
Encuentra la causa raíz de la falla.
Realiza una autopsia de tus sueños y metas, y descubre la causa raíz del fracaso. El fracaso puede ser tan poderoso y hacer que quieras renunciar a esos sueños. Nadie te culparía si lo hicieras. Pero sería una traición masiva a tu pasión y creencias personales. Si hay alguna parte de ti que todavía quiere que tus metas se conviertan en realidad, no debes rendirte.
Así pues, a continuación te mostramos una corta lista de cinco cosas que puedes hacer para que también puedas sacarle provecho a tu situación:
No entres en pánico
Es muy fácil que el primer sentimiento que te invada sea la desesperación. Aunque es difícil entenderlo, la desilusión que sientes por no haber quedado en tu residencia pasará. Tal vez pase un mes, tres, seis o un año, pero en algún momento te comenzarás a sentir mejor.
Evita encerrarte en tus sentimientos
No solo es cuestión de aceptar las cosas y entender que pronto la desilusión pasará. También es bueno que hables con otras personas (amigos, familiares, incluso profesionales de salud mental) sobre qué emociones pasan por tu cabeza desde que supiste que no entraste a tu residencia.
Comienza a estudiar para el próximo ENARM
Perder tu residencia este año no significa que todo esté perdido. Siempre hay nuevas oportunidades en el examen del 2019. Ahora que ya tienes la experiencia de esta edición, prepárate lo mejor posible para que, esta vez, sí consigas la residencia de tus sueños.
Revisa tu plan B
Si no quieres esperar al ENARM del próximo año, entonces considera qué otros planes tenías en caso de no conseguir tu residencia. Tal vez habías dicho, en broma, que te gustaría ir de viaje, dedicarte a estudiar inglés en otro país o trabajar para ganar algo de dinero. No descartes estas opciones sin antes volverles a dar la vuelta, esta vez seriamente
Analiza si puedes ganar experiencia o conocimientos fuera de tu residencia
No hay mejor maestro que la práctica. Aunque no hayas tenido el resultado que buscabas en el ENARM, puedes empezar a buscar formas de desempeñarte en la especialidad médica de tu elección, incluso si es únicamente en un voluntariado, para sacarle provecho a tu tiempo antes del siguiente ENARM.
RECUERDA:
Aprender a fallar es una habilidad como cualquier otra, lo que significa que requiere práctica. Aprende a prosperar incluso a pesar de tus errores más épicos.
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