Recientemente, los esquemas de trabajo remoto se han vuelto muy populares en todas las industrias, incluido el sector salud. Desde home office hasta la tercerización de procesos internos y teleconferencias, estas estrategias han permitido reducir costos, mejorar la calidad de vida de los colaboradores y mantener el flujo de trabajo a pesar de eventos imprevistos.
Aunque no todos los negocios y consultorios pueden beneficiarse de o implementar eficazmente un sistema de trabajo remoto, las habilidades necesarias para llevarlo a cabo pueden ser muy valiosas para cualquier entorno laboral. Esto se debe a que este tipo de esquemas requieren de dos conjuntos de aptitudes que, de aplicarse consistentemente a lo largo de todo un proceso, pueden mejorar la productividad de todos los elementos involucrados:
Reglas de convivencia, cooperación y trabajo del trabajo remoto
Cuando un grupo de colaboradores no puede verse cara a cara en una jornada cotidiana, se deben establecer tiempos y estrategias que faciliten su colaboración. Mientras que las personas que constantemente están en contacto en un mismo espacio físico delimitan estos lineamientos en el día a día, generalmente tras un largo periodo de tiempo, quienes laboran a distancia necesitan un enfoque mucho más rápido y contundente.
Si le pides a tus colaboradores que hagan un esfuerzo consciente para definir estas reglas, incluso si no son parte de un esquema de trabajo remoto, su productividad puede incrementar rápidamente. Entre los elementos que se pueden explorar están qué tecnologías o canales deben utilizarse en ciertas circunstancias, qué momentos del día o del mes son los más óptimos para ponerse en contacto o la forma en la que se va a compartir datos sensibles para evitar duplicados o pérdidas.
Creación y mantenimiento de la confianza en el trabajo remoto
Si una persona labora lejos del centro de operaciones, puede fácilmente perder contacto con el resto del equipo o, más peligroso aún, con la visión de negocio del consultorio. Se necesita un esfuerzo consistente para que estos colaboradores se sientan respaldados personal y profesionalmente por el resto de sus compañeros y por la organización como un todo.
Esta seguridad también puede beneficiar a tu consultorio. Permite que en cualquier comunicación, sea de trabajo remoto o no, haya un cierto grado de informalidad y familiaridad para estrechar vínculos entre colaboradores. Además, traerá más tranquilidad al equipo si todos los miembros de un proyecto regularmente comparten sus avances y tienen una comunicación irregular.