La nutrición adecuada es un derecho de la infancia y un elemento clave para asegurar la supervivencia en niños y garantizar su desarrollo. La lactancia se debe iniciar en el momento del nacimiento y mantenerse de forma exclusiva hasta los seis meses de edad.
La Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM), que fue implementada en el año 2015 por el Instituto Nacional de Salud Pública y UNICEF México, muestra que dos de cada tres niños menores de seis meses a nivel nacional no reciben lactancia materna exclusiva y persisten retos importantes para hacer cumplir la normatividad vigente sobre esta práctica en las instituciones de salud mexicanas.
Solo el 54,4% de recién nacidos en México son colocados en el seno materno después del parto
A nivel nacional, el 54,4% de niños y niñas son colocados al seno materno durante la primera hora después del parto. En el sur del país, el inicio temprano de lactancia materna es menos frecuente (34,7%), así como en niños y niñas nacidos en hospitales privados (38,3%) y por cesárea (37,9%).
La lactancia materna exclusiva forma parte solo de la alimentación del 31% de bebés menores de seis meses
Lo que está claro es que cuando las mujeres reciben apoyo a la lactancia, a través de consejería formal y estructurada, la duración y exclusividad de la lactancia aumenta. Asimismo, este apoyo debe ofrecerse de forma estandarizada por personal capacitado, durante la atención pre y postnatal y debe incluir citas anticipadas con personal médico, enfermeras o voluntarios capacitados.
En cuanto a la práctica de la lactancia materna, a nivel nacional, únicamente el 31% de niños y niñas menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva. En algunos grupos, la prevalencia de lactancia materna exclusiva menor, como entre niños y niñas nacidos de madres adolescentes, nacidos por cesárea, nacidos en hospitales privados y aquellos que recibieron alimentos diferentes a la leche materna en los primeros días después del parto.