El habla, se forma de una manera autónoma en el individuo, como parte del crecimiento y desarrollo, haciendo uso de un lenguaje para formar sonidos. Sin embargo, los trastornos del habla, pueden presentarse por factores genéticos, morfológicos, fisiológicos y psicológicos, complicando la comunicación.
De hecho, existen disfluencias, que pueden estar presente solo en ciertos periodos de la vida y no necesitar ningún tipo de tratamiento. Mientras, otras pueden ser permanentes y requerir de un grupo interdisciplinario para hacerle frente. Especialmente, porque pueden frenar el desarrollo cognitivo del individuo
Los trastornos del habla pueden corregirse
Es verdad, que en muchos casos; dependiendo del origen de la alteración; se puedan crear maneras para corregir y mejorar la sintomatología. Por ello, es importante, buscar la ayuda médica ante cualquier sospecha de anormalidad, de modo, que se encuentre las causas y se realice un tratamiento oportuno.
Es así, como los principales trastornos del habla son articulares o fonológicos. Pero también se encuentran alteraciones por falta de fluidez o resonancia en la voz. De ahí, que la tartamudez, sea una de las afecciones del habla más conocidas. Sin embargo, también aparece la Afasia, disminuyendo la capacidad de comunicación y la Disartria, como un a consecuencia de fallas en la ejecución Motora.1
De esta manera, podemos ver que las neoplasias, el paladar hendido y problemas dentales, pueden ser responsables de los trastornos del habla, tanto en niños como en adultos. Igualmente, La pérdida de la audición, puede tener repercusiones en el habla y el lenguaje. Esto lleva a buscar herramientas; audífonos, cirugía e implantes cocleares; para recuperar la audición. Ya que, no siempre estas alteraciones dependen la una de la otra.2
A la par, se presentan los accidentes cerebrovasculares, la isquemia y la parálisis cerebral, como factores de riesgo en las alteraciones de comunicación. Para ello, es necesario que el neurólogo, apoye el diagnostico con pruebas de imagen; como la tomografía computarizada o la resonancia magnética; de tal manera, que se evidencien daños en el hemisferio izquierdo encargado del habla y el lenguaje.2
Otros factores de riesgo
En realidad, fuera de los escenarios antes mencionados, se encuentran otros elementos; como la genética, la violencia intrafamiliar, las violaciones y el maltrato; que pueden llegar a generar problemas de habla desde la infancia. Además, al paso del tiempo, el envejecimiento, lleva a aumentar la posibilidad de desarrollar alteraciones neurodegenerativas como el Parkinson o la demencia, que pueden repercutir en el habla.3
De igual forma, los tumores cerebrales, se pueden asociar a dificultades para emitir sonidos, articular palabras y desarrollar la capacidad de pronunciación. Es aquí, donde encontramos que tras los trastornos del habla se encuentran factores, físicos, morfológicos y psicológicos, que dificultan el lenguaje, el aprendizaje, la socialización y la comunicación.3
Sin embargo, actualmente las investigaciones, le han dado a los fonoaudiólogos y neurólogos, herramientas para mejorar las condiciones de vida de las personas con algún trastornó del habla. De ahí, que se usen dispositivos de comunicación para trasmitir mensajes. Así mismo, se utiliza la terapia del lenguaje y la psicoterapia. Buscando soluciones que permitan que los individuos puedan desarrollar una vida plena, ajustada a sus limitaciones.
Referencias:
1.González Lajas JJ, García Cruz JM. Trastornos del lenguaje y la comunicación. En: AEPap (ed.). Congreso de Actualización Pediatría 2019. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2019. p. 569-577. Tomado de:
2.Martínez Matos, Hernán, & Mora, Elsa. La identidad lingüística y los trastornos del habla. Boletín de Lingüística. [internet] 2008 [consultado 25 jun 2021]; 20(29): 85-101. Disponible en: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-97092008000100004&lng=es&tlng=es..
3.Picó Berenguer Marusela, Yévenes Briones Humberto Alejandro. Trastornos del habla en la enfermedad de Parkinson. Rev. Cient Cienc Méd [Internet]. 2019 [citado 2021 Jun 25]; 22(1): 36-42. Disponible en:
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1817-74332019000100006&lng=es.