Las empresas líderes en tecnología cada vez están más interesadas en el campo de la salud, lo cual podemos apreciar en las características que le han integrado a sus más recientes equipos, siendo el Apple Watch Series 4 el más claro ejemplo, pues cuenta con la capacidad para efectuar electrocardiogramas y detectar la incidencia de fibrosis auricular, además de generar reportes de recomendación en casos graves y mandar automáticamente los resultados a los médicos.
Aun cuando Jeff Williams, director de operaciones de Apple, declaró que el nuevo Apple Watch está destinado a convertirse en el guardián inteligente de la salud, también es necesario conocer el punto de vista de los cardiólogos acerca de este tipo de innovaciones.
Al respecto, Ivor Benjamin, director de la Asociación Americana del Corazón (AHA), comentó que aunque de manera general se trata de un equipo benéfico, los problemas cardíacos son más complejos de diagnosticar.
Es claro que el equipo fomentará conocimientos de salud más profundos que promoverán vidas más largas y saludables. Pero siempre se debe hacer énfasis en que la tecnología utilizada para detectar posibles problemas cardíacos es más compleja que los dispositivos de monitoreo como el Apple Watch.
Los claroscuros del Apple Watch
Por otra parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) eliminó la clasificación de dispositivo médico de Clase II al Apple Watch, lo que significa que está destinado a diagnosticar o tratar una condición médica con un riesgo mínimo de uso.
Es precisamente lo anterior lo que ha causado incomodidad en algunos cardiólogos, porque dentro de las especificaciones del Apple Watch se menciona que su uso puede generar la detección errónea de un problema cardíaco, lo que provocaría un tratamiento innecesario y en cierto momento se saturarían los hospitales con pacientes que no requerían la atención.
Y en tu caso, ¿consideras que el nuevo Apple Watch tendrá un impacto positivo o negativo para la salud de los usuarios?