Según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID), en el año 2019, México ocupaba el puesto sexto en el ranking de países con mayor número de casos de diabetes a nivel mundial. Concretamente, existían 12,8 millones de mexicanos con esta enfermedad, siendo superado solo por China, India, Estados Unidos, Pakistán y Brasil.
Si continúa la tendencia actual, se estima que, para 2030, más de 17 millones de personas presentarán diabetes en el país, una cifra que se espera que crezca a 22,3 millones en el año 2045.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es considerada como un desorden metabólico multifactorial caracterizada por una hiperglucemia (que se traduce en aumento de azúcar en sangre) y, al ser una enfermedad crónica degenerativa, su prevalencia incrementa con la edad.
Además, últimamente, cada vez son más los casos en personas jóvenes, cuya edad ronda los 20 años. Se puede afirmar que la diabetes es una comorbolidad (ocurrencia simultánea de dos o más enfermedades en una misma persona) asociada a la COVID-19 y que acentúa su mortalidad, lo que ha hecho que se convierta en un problema de salud pública a nivel mundial.
Existen factores de riesgo no modificables para padecerla
Aunque los pacientes con diabetes no tienen mayor probabilidad de contraer COVID-19 que el resto de la población, pero sí corren el riesgo de sufrir complicaciones más graves en caso de contagiarse, ya que cuando una persona diabética desarrolla infecciones virales y estas se vuelven difíciles de tratar debido a que su sistema inmune se encuentra debilitado.
Existen factores de riesgo no modificables para padecer diabetes (como la genética), hay otros que pueden cambiarse, entre los que se encuentran el consumo de dietas hipercalóricas y ricas en sal, sobrepeso, sedentario, mala higiene del sueño y estrés.