Una breve y sencilla guía que te puede ayudar a fortalecer los lazos de comunicación con tu paciente, especialmente en las consultas más retadoras.
Con la experiencia adquirida a través de los años de trabajo, los médicos van fortaleciendo un sexto sentido que les permite percibir de inmediato si algo no cuadra muy bien dentro de la entrevista o consulta con algún paciente.
Ciertamente, algunos pacientes son abiertos y con ellos resulta fácil establecer una comunicación fluida de forma automática, pero muchos otros son más reservados o algo esquivos con la información que te van a suministrar. Cuando esto sucede, hay trabajo por hacer.
Esto puede constituir un problema serio en la posterior relación médico-paciente porque la confianza y la capacidad de comunicarse efectivamente son elementos vitales para conseguir diagnósticos oportunos a enfermedades, así como para recetar medicamentos y tratamientos acordes. Hasta cierto punto, ambos deben sentirse en confianza mutua.
El problema es que esta confianza no siempre viene en el paquete inicial y toca construir rápidamente.
Es decir, lo mejor es colocar los cimientos de la confianza durante los momentos iniciales de la primera consulta, pero ¿Cómo lograrlo?
Para ayudarte en este proceso, nuestro equipo ha recopilado una serie de tips y trucos psicológicos simples que puedes aplicar en tu consulta para mejorar el ambiente con tus pacientes más difíciles.
Escucha con atención
Algo que valoran mucho los pacientes es que se les preste atención con respeto; escucha robusta, lo llaman. Esto puede causar conflicto con algo que los médicos pueden hacer a menudo: hacer varias cosas mientras escuchan al paciente.
En este caso lo mejor es que te tomes el tiempo de sentarte frente al paciente a escucharlo mientras le prestas el 100 por ciento de tu atención. Sabemos muy bien que a veces el tiempo apremia, escuchar con atención te ayudará a fundar una comunicación más fluida el resto de la consulta.
Evita la jerga médica
Si te dedicas a explicar al paciente su condición en un lenguaje del que no entiende ni una sola palabra, entonces seguramente se crearán fracturas en el ambiente durante la consulta.
Lo mejor que puedes hacer es simplificar, tanto como sea posible, tu explicación. Usar lenguaje coloquial y hasta graficar tus explicaciones son medios válidos.
Verificar la compresión
Puede que las explicaciones de tu diagnóstico resulten complicadas y abrumadoras para el paciente, por eso resulta muy importante hacer pausas periódicas para validar la información y asegurarte de que esté comprendiendo todo al pie de la letra.
Además, esto ayudará a eliminar posibles resistencias por parte de tu paciente, ya que le estarás mostrando auténtica preocupación por saber que todo va bien.
Tomar en cuenta el aspecto emocional
Durante un diagnóstico, no todo se limita a los datos clínicos, tratamientos y medicamentos. Detrás de cada condición de salud existe un elemento emocional que también afecta a tu paciente y puede suponer una barrera comunicacional.
Por eso, si te encuentras en medio de una conversación delicada, intenta tomar en cuenta cómo se siente y validar sus reacciones ¡Te lo agradecerá!
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