¿Qué hace un buen pediatra?: Un pediatra es alguien que se especializa en el cuidado de bebés y niños. Un pediatra brinda servicios médicos a un niño desde el nacimiento hasta los 18 años de edad. Los pediatras ayudan a los pacientes con muchas afecciones de salud diferentes, que van desde infecciones de oído y TDAH hasta diabetes y asma.
Los médicos pediatras tienen una excelente comprensión de cómo los niños crecen y se desarrollan física, mental, social y emocionalmente. Debido a esto, pueden manejar las necesidades de sus pacientes en cada etapa del desarrollo.
Aquí hay siete cosas que hacen que un buen pediatra:
1. Tiene buena personalidad
Los buenos pediatras son fáciles de hablar, amables y cariñosos. Escuchan con atención, hacen preguntas y se aseguran de que los padres comprendan todo lo que dicen. Un buen pediatra también será sensible a cualquier problema que pueda interferir con la capacidad del hijo para asistir a las citas de rutina, como dificultades de transporte, problemas con el cuidado de los niños u horarios de trabajo.
2. Tiene conocimiento sobre los últimos avances en medicina.
El campo de la pediatría avanza constantemente con nuevas ideas e investigaciones sobre cómo crecen y se desarrollan los niños y las transferencias son sus mejores intereses. Los buenos médicos pediatras se mantienen actualizados leyendo revistas y asistiendo a conferencias con regularidad. También se relacionan entre sí para compartir ideas e información. Un pediatra que se mantiene actualizado no solo podrá brindar atención de vanguardia sino que también podrá explicar todo de una manera fácil.
3. Se lleva bien con los niños y otros profesionales de la salud
Los buenos pediatras entienden que su función es controlar los problemas médicos y apoyar a los padres en los momentos que pueden ser difíciles en la vida de sus hijos. Un buen pediatra considerará la edad del niño cuando hable y escuchará atentamente cómo se siente al tener una afección o someterse a un tratamiento. Los buenos médicos pediatras también pueden establecer buenas relaciones con todas las personas que trabajan con los niños, como maestros, terapeutas y especialistas, para que todos los involucrados comprendan lo que está sucediendo y apoyen al niño durante todo el programa de tratamiento. También saben cuándo es importante traer a otros especialistas cuando sea necesario.
4. Dan una charla directa
Los mejores médicos pediatras quieren que los padres asuman un papel activo para ayudar a que sus hijos mejoren, aprendan nuevas habilidades y crezcan felices y saludables. Les dan a los padres información que pueden usar a diario sin ser técnicos ni usar demasiada jerga.
5. Se aseguran de que se realice el seguimiento
Un buen médico pediatra dará instrucciones claras sobre qué hacer cuando esté en casa, a quién contactar si hay algún problema y con qué frecuencia debe comunicarse con ellos. Por ejemplo, algunos médicos pueden pedirle a un padre que llame al consultorio entre visitas para pedir consejo. Además de esto, deben verificar que los especialistas hayan realizado pruebas o que se hayan ordenado reabastecimientos de medicamentos para que su hijo pueda ser tratado de manera eficiente y comprensiva.
6. Se asegurará de que el tratamiento sea fácil para el hijo y su familia
Los buenos pediatras se toman su tiempo en cada visita y, antes de comenzar un programa de atención, conversan con los padres sobre cómo puede afectar la rutina diaria de sus hijos, en el hogar y en la escuela.
7. Manejará la condición de manera efectiva
Los buenos médicos pueden lograr resultados satisfactorios para sus pacientes mediante planes de tratamiento adecuados que equilibren las necesidades médicas con las preocupaciones familiares, la buena vida social y otros intereses. También les informarán a los niños que está bien sentirse preocupado por un problema de salud o la opción de tratamiento prescrita.
Los médicos pediatras que se preocupan por sus pacientes son aquellos que hacen más que solo dar consejos médicos.
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