El término médico residente proviene del latín “residens”, y se utiliza para nombrar a la persona que vive en un determinado espacio, o al empleado, funcionario o estudiante que vive en el lugar donde tiene su empleo o cargo.
Hace 50 años este concepto era textual, los médicos residentes vivían en el hospital incluso en los días no laborables, pero el proceso evolutivo. Lo poco rentable de esa situación y lo poco saludable que resultaba para algunos han generado que este formato se trasforme al periodo en que el médico en formación en cualquiera de las especialidades médicas debe dedicar la mayor parte de su tiempo y esto por varios años, de acuerdo con cada programa de residencia
Lo que se la Ley Mexicana entiende por residente médico
Según la ley mexicana se entiende por Médico Residente: El profesional de la medicina con Título legalmente expedido y registrado ante las autoridades competentes. El cual, ingresa a una Unidad Médica Receptora de Residentes, para cumplir con una residencia.
En ese sentido, el médico residente es, como su nombre lo indica, un médico, es decir, cuenta con título universitario y cédula profesional. Las cuales son la base legal en México para ejercer la medicina general en cualquier institución de salud, pública o privada.
¿Cómo se rige el residente?
El residente se rige por lo dispuesto en la Ley Federal de Trabajo, en donde se aclara que estará adscrito a una unidad receptora de residentes durante el tiempo que dure su entrenamiento en la especialidad. Así, éste ocupa una plaza provisional dentro de la unidad hospitalaria de acuerdo con su título y cédula actuales que son las de médico general.
Una residencia resulta de la necesidad e interés de un médico general por ampliar su desarrollo profesional con conocimientos. Así como destrezas y valores sobre una especialidad médica, de manera que pueda profundizar sus conocimientos.
Por otro lado, el residente decide qué especialidad va a realizar, renuncia por ello al ejercicio de la medicina general y se compromete con la especialidad elegida. Desarrollando así, el aprendizaje de conocimientos, destrezas y valores propios de la especialidad en la institución que considera más adecuada para su desarrollo profesional y en donde pueda además, ser de mayor utilidad a los pacientes y a la sociedad.
El residente tiene la opción de escoger la especialidad que le interesa
El residente tiene la opción de escoger la especialidad que le interesa y asume por ello la forma de trabajo de cada institución. Debiendo reconocer las obligaciones y los deberes para con la universidad a la que esté incorporado cada curso y también para cumplir con las regulaciones y cultura de la institución sede.
El residente es entonces, tanto un trabajador de la salud como un alumno de posgrado. Por un lado es un médico general adscrito al área médica, con actividades en el servicio de la especialidad en la que realiza su entrenamiento. Es importante mencionar que su jefe inmediato es el encargado del servicio respectivo y su contrato laboral termina cuando finaliza su entrenamiento.
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