La poliomielitis, comúnmente conocida como polio, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños menores de cinco años. Es causada por el poliovirus, que se transmite de persona a persona, principalmente a través de la vía fecal-oral, aunque también puede propagarse mediante agua o alimentos contaminados. El virus se multiplica en el intestino y desde allí puede invadir el sistema nervioso, causando parálisis en cuestión de horas.
Síntomas y manifestaciones clínicas de la polio
La mayoría de las personas infectadas con el poliovirus no muestran síntomas y, en estos casos, se puede hablar de infecciones asintomáticas. Sin embargo, en aproximadamente el 1% de los casos, el virus penetra en el sistema nervioso y destruye las neuronas motoras, lo que lleva a parálisis irreversible, generalmente en las piernas. En casos más graves, la parálisis puede afectar los músculos respiratorios, lo que puede ser fatal. Otros síntomas incluyen fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y dolor en las extremidades.
Prevención
La poliomielitis no tiene cura, pero se puede prevenir con vacunas seguras y efectivas. Existen dos tipos principales de vacunas contra la polio: la vacuna oral contra la polio (OPV) y la vacuna inactivada contra la polio (IPV). La OPV es fácil de administrar y es la más utilizada en campañas de vacunación masiva en todo el mundo. Gracias a las amplias campañas de vacunación, la polio ha sido eliminada en la mayoría de los países. Sin embargo, el virus sigue presente en algunos pocos países, lo que hace necesario mantener altos niveles de vacunación para evitar la reintroducción de la enfermedad.
Erradicación global de la polio
La poliomielitis es una de las pocas enfermedades que están cerca de ser erradicadas a nivel mundial. La Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio, lanzada en 1988, ha logrado reducir los casos de polio en más del 99%. Sin embargo, la persistencia del virus en zonas de conflicto y la resistencia a la vacunación en algunas comunidades han impedido su eliminación total. La erradicación de la polio requerirá un esfuerzo continuo y coordinado a nivel global.
Impacto social y cultural
En el pasado, la polio fue una enfermedad que causó grandes brotes en todo el mundo, dejando a miles de personas con discapacidades permanentes. La lucha contra la polio ha sido un ejemplo de la importancia de la cooperación internacional en la salud pública y ha sentado las bases para futuras campañas de vacunación globales.
En resumen, la poliomielitis es una enfermedad viral grave, pero prevenible. La vacunación sigue siendo la mejor herramienta para proteger a las personas y lograr la erradicación de esta enfermedad, que durante mucho tiempo fue una de las principales causas de discapacidad en niños en todo el mundo.