Dentro de un laboratorio, los requisitos de seguridad son extensos. En parte, las instalaciones deben estar bien construidas. Además, el personal debe tener el entrenamiento adecuado para operar el equipo de trabajo. Después, debe de existir un protocolo de emergencia, en caso de un accidente imprevisto. Incluso en este caso, se debe contar con la infraestructura para atender estas urgencias. Dentro de la última categoría, poco equipo es tan importante como las regaderas.
Las regaderas y estaciones de lavado de ojos son cruciales en cualquier laboratorio. Sin importar sus tareas cotidianas, en todos se manejan químicos potencialmente nocivos. En un accidente, pueden caer en la piel o la cara, por lo que se necesita una reacción rápida. Por ello, se requiere que las instalaciones de trabajo cuenten con algunos requisitos mínimos.
Especificaciones ideales para las regaderas de emergencia
Para una regadera, el flujo de agua idealmente debe ser de entre 75 y 76 litros por minuto. Con este volumen, se puede asegurar una rápida eliminación de cualquier químico. Además, la presión debe ser de poco más de 200 kiloPascales. Para poder rociar a un colaborador en caso de una urgencia, debe estar cuando menos a dos metros de altura.
También existen recomendaciones para las estaciones de lavado de ojos. Aunque la presión debe ser la misma que las regaderas, el flujo solo necesita ser de 1.5 litros por minuto. Para evitar que tus colaboradores se agachen demasiado al momento de usarlo, se debe poner a buena altura. Específicamente, entre 80 centímetros y un metro del nivel del suelo.
Debido a los intensos requerimientos de estas regaderas, deben conectarse al suministro de agua. Podrían conectarse a un depósito de emergencia, pero no es recomendable que un tanque sea su única fuente. Estos recipientes se vacían rápidamente. Si no hay suficiente agua para una urgencia, puede provocar daños significativos. Cada elemento debe funcionar por 15 minutos.
También hay que recordar que tanto las regaderas como las estaciones de ojos estén cerca. Es decir, un colaborador no debe de perder más de 10 segundos para llegar a una de ellas. Por eso, es indispensable que su colocación sea estratégica. Idealmente debería haber más de una de estas instalaciones por cada laboratorio. Deben estar bien iluminadas, para facilitar su operación.