Las redes sociales facilitan la comunicación, interacción y esparcimiento, pero, su mal uso pone en serios aprietos a los menores. Especialmente, porque el espectro que ofrece el internet puede llegar a tener una fuerte influencia psicológica que lentamente afecta sus vidas.
Mas ahora, cuando el uso de las herramientas electrónicas se hace indispensable para estudiar, hacer consultas, entretenerse e interactuar con otras personas. Abriendo las puertas a oportunidades infinitas, que requiere el control parental y una alta dosis de responsabilidad por parte de los infantes.
Salud mental y redes sociales
El acceso a las redes sociales es restrictivo para los menores, en, pero, estos nativos digitales incursionan sin miramientos y consiguen entrar fácilmente. Muchas veces con el beneplácito de los padres, sobre todo, en tiempos de pandemia donde se buscan formas de entretenerlos, en algunos casos con supervisión. Pero pocas veces con conocimiento de lo que comparten en su perfil y cuál es el manejo real que hacen de ellas.1.
La Adicción, puede contemplarse en la actualidad como el primer efecto negativo de los medios sociales y la tecnología. Sobre todo, porque el uso poco moderado crea un estímulo constante sobre los neurotransmisores de recompensa, generando dependencia igual que una droga. Lo que lleva al niño a no querer hacer otras actividades diferentes a estar frente a una pantalla.
Los Problemas de conducta, aislamiento social, apatía e intolerancia, también se asocian a la cantidad de tiempo que pasan los menores frente a una pantalla. Debido a que al aumentar la adrenalina altera la frecuencia cardiaca, dilata los vasos sanguíneos y participa en la reacción de alerta y lucha, generando agresividad, depresión e intolerancia.
Los trastornos de ansiedad, son recurrente en los menores que usan las redes sociales por largo tiempo en el día. Produciendo la llamada “depresión de Facebook”, que se caracteriza por altos niveles de angustia psicológica, baja autoestima y la búsqueda constante del perfeccionamiento inalcanzable que les muestra el ciberespacio y sus relaciones utópicas del mundo digital.
Problemas de sueño, que llevan a afectar directamente la salud física y mental. Básicamente porque los ciclos circadianos se desequilibran, cambiando el proceso hormonal. A la vez que, se pierde el ajuste y limpieza de todos los órganos del cuerpo, porque la estimulación de las luces led antes de dormir bloquean los procesos naturales del cerebro.
Percepción errónea de sí mismo, desdibujando su imagen corporal por la influencia de los mensajes, publicidad y comentarios de los medios sociales, que llevan a compararse. Este fenómeno se da especialmente en las niñas, que tienen mayor susceptibilidad a buscar un prototipo idealizado entre cantantes o modelos famosas, que son muy activas en las redes.
El acoso cibernético, es uno de los mayores riesgos psicológicos que enfrentan los menores, por el mal uso de las redes sociales. Ya que, el ciberbullying va en aumento afectando el rendimiento académico, el relacionamiento social y los patrones de alimentación y sueño. Así mismo, acrecienta el sentimiento de soledad, la falta de motivación y el poco sentido de la vida.
La autoexpresión y construcción de una identidad propia, al igual que hacer mantener y construir relaciones, son bondades que nos ofrecen las redes sociales. A pesar de ello, el uso inadecuado trae consecuencias poca halagadoras, produciendo un efecto contradictorio, donde pueden dañar los procesos cognitivos y de maduración cerebral en los niños, que están en desarrollo.
Referencias:
- 1. Acedo Penco, Ángel, & Platero Alcón, Alejandro. (2016). La privacidad de los niños y adolescentes en las redes sociales: Referencia especial al régimen normativo europeo y español, con algunas consideraciones sobre el chileno. Revista chilena de derecho y tecnología, 5(2), 63-94. https://dx.doi.org/10.5354/0719-2584.2016.42557