Médicos y especialistas de diversas regiones de la Unión Europea se dieron cita en la edición número VII del Curso Interactivo de Actualización de Linfomas, donde se alcanzaron conclusiones bastante interesantes. Una de ellas relacionada con el uso de pruebas genéticas como soporte para los médicos hematólogos en su ánimo de identificar de una “mejor” manera los diferetes tipos de linfoma, alternativa que, en consecuencia, beneficiaría la elección del tratamiento adecuado para cada paciente.
En este sentido el Dr. Ramón Salinas, director de hematología en la Clínica del Banc de Sang y Teixits (CBST) de Barcelona, reconoció que la incorporación de este tipo de tecnología médica en la atención de las enfermedades hemato-oncológicas puede llegar a ser más útil de lo que se piensa actualmente.
Este tipo de pruebas de diagnóstico incluyen la mejor identificación de los subtipos de la enfermedad, por lo que los tratamientos elegidos mejoran los resultados que se ofrecen a los pacientes, ha asegurado el doctor. De hecho, el área de los linfomas, tumores malignos de los ganglios linfáticos, es una de las que más se ha beneficiado por los avances en la diagnosis, pero también en el tratamiento.
De acuerdo con el especialista, las pruebas genéticas podrían hacer más concreto el diagnóstico de la enfermedad asociada a la presencia de un linfoma, ya que la implementación de terapias dirigidas hace más efectivo el tratamiento médico.
Linfoma de Hodgkin
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revelan que los Estados Unidos y México son los países con el mayor número de muertes atribuibles al linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que de acuerdo con la American Cancer Society (ACS) se distingue por afectar los glóbulos blancos del sistema inmunitario de tus pacientes.
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