Dormir adecuadamente es fundamental para los seres humanos. Aunque todavía no se conoce bien a bien la mecánica del sueño, se sabe que su privación conlleva varios efectos negativos. Por ello, se han desarrollado técnicas de “higiene” que permiten mejores sesiones de recuperación. Sin embargo, una nueva proteína podría facilitar significativamente el proceso. Al menos, en ciertos modelos animales.
Se trata de Nemuri, un péptido que fue identificado por investigadores de la Universidad de Pennsylvania. La proteína se describe en un estudio publicado en la revista Science. De acuerdo con los especialistas, esta sustancia no solo promueve sesiones más largas de sueño. También parece fortalecer la respuesta inmune de los organismos. Particularmente, frente a infecciones.
Una proteína que provoca un “sueño inmune”
Los investigadores hallaron la proteína en experimentos con moscas de la fruta. Encontraron que Nemuri (llamada así por la expresión japonesa para ‘dormir’) se secreta fácilmente con la privación de sueño. Sin embargo, no solo parece fomentar un descanso más profundo. También se observó un fortalecimiento del sistema inmune en su respuesta contra infecciones bacterianas.
Para sus hallazgos, los investigadores reunieron la información genética de 12 mil moscas. Se encontró un gen asociado a la producción de la proteína. Quienes presentaban una sobre-expresión, tenían patrones de sueño más profundos. Pero una mutación hacía que los individuos se despertaran con facilidad. También les costaba más trabajo quedarse dormidos.
Hirofumi Toda, coautor de la investigación, comenta que la proteína, al fortalecer el sueño de las moscas, también fortifica su respuesta inmune. Esto último se comprobó por la mayor capacidad para matar bacterias de los individuos con una sobre-expresión de Nemuri. Apuntó que existen péptidos similares en otras especies animales, como peces y anfibios. Sin embargo, no se han encontrado equivalentes en mamíferos. Es incierto si puede usarse la sustancia en humanos.
[El descubrimiento de esta proteína] propone una idea muy atractiva. Que incrementar la calidad y duración del sueño durante una infección podría generar un efecto protector. De hecho, los hallazgos son consistentes con la experiencia común del descanso recuperador.