Una de las principales causas de muerte y lesiones son, sin duda, los errores médicos.
Datos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) indican que de cada 100 quejas interpuestas por negligencia médica, únicamente dos concluyen con fallos contra el médico investigado.
De acuerdo a esta institución, entre las principales quejas se encuentran:
- Mala relación médico paciente.
- Errores por una mala cirugía.
- Diagnóstico equivocado.
Demandas por errores quirúrgicos
De acuerdo al doctor Francisco J. Valverde, autor del libro Ética y Salud, las demandas por errores quirúrgicos pueden ocurrir cuando, por el afán de terminar rápido una cirugía, se descuida la realización de una minuciosa hemostasis mediante métodos mecánicos o químicos. Otras veces, los cirujanos de mayor experiencia “encargan” a médicos inexpertos las intervenciones quirúrgicas sin considerar si van a tener o no dificultades.
¿Cómo prevenir una demanda en cirugía plástica?
El doctor Fernando Pérez Galaz, de la empresa Grupo Mexicano de Seguros, menciona que algunas demandas por supuesta negligencia médica pueden prevenirse si el médico sigue al pie de la letra algunas directrices y recomendaciones, mismas que deben darse a conocer al paciente.
- Platica con tus pacientes y con sus familiares sobre los resultados realistas de la cirugía plástica y sobre la posibilidad de complicaciones que pueden intervenir en la recuperación y el resultado esperado.
- Es recomendable que realices una minuciosa selección del paciente con base a criterios estandarizados y protocolos de atención. Por ejemplo, puedes realizar un análisis de si el paciente es buen candidato a cirugía estética.
- Siempre debes documentar la historia clínica completa. Recuerda que los antecedentes de los pacientes con muy importantes para saber qué pacientes pueden ser candidatos para cirugía y para seleccionar el tipo de intervención que la persona necesita. No olvides que muchos pacientes no dan la información real de sus antecedentes, por lo que siempre es necesario documentar si la persona en cuestión tiene un historial de problemas de coagulación, reacciones adversas a anestésicos, apnea del sueño o cualquier otro factor que ponga en riesgo la salude de la persona durante o después de la cirugía.
- Cada uno de los procedimientos médicos que realices debe estar respaldado por el consentimiento informado del paciente. Éste deberá detallar los beneficios esperados de la cirugía y los riesgos potenciales generales y particulares.
- Si estás a cargo de una clínica o consultorio, es conveniente que capacites al personal para detectar a pacientes o familiares que no hayan quedado satisfechos con el servicio. Reserva un tiempo para atenderlos y resolver sus inquietudes, sobre todo en aquellos que tengan algún tipo de complicación como trombosis venosa profunda, trombosis pulmonar o infección de herida.
- Asegúrate que tu paciente y sus familiares no tengan dudas sobre las indicaciones de alta y cuidados postoperatorios en casa, y de la toma de medicamentos. Después de cada instrucción, pregunta al paciente y a sus familiares si han entendido.
- Documenta en el historial clínico si tu paciente realizó alguna actividad o contraindicación después de la cirugía que puede poner en peligro su salud.
Toma en cuenta los anteriores consejos y evita aquellas acciones que pueden poner en riesgo tu carrera como profesional de la salud.