Hasta hace algunos años los infartos eran asociados a personas de la tercera edad aunque en la actualidad el panorama es bastante distinto. Cada vez se presentan en adultos jóvenes con mayor frecuencia y son muchos los factores que han provocado este cambio. Aspectos como el cambio en el estilo de vida como una alimentación inadecuada, la falta de ejercicio físico y los altos niveles de estrés son los principales. Por lo tanto se trata de un problema de gran relevancia que es necesario enfrentar de todas las formas posibles.
En ese sentido, una investigación realizada por científicos de nuestro país habría encontrado un nuevo método de tratamiento para este tipo de situaciones. Al menos en los ensayos realizados con animales se observaron buenos resultados. Ahora se estima que ocurra algo similar con humanos.
Proyecto nacional que sería de utilidad
Luego de aplicar terapia de oxigenación hiperbárica a modelos animales (ratas) con infarto agudo al miocardio de 24 horas de evolución, científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) comprobaron que el tejido dañado se recuperó en un 60 por ciento. Esto abre las expectativas para aplicar este tratamiento en humanos porque se amplía el periodo de atención debido a que una reperfusión debe realizarse antes de 12 horas después del evento.
El especialista de la Escuela Superior de Medicina (ESM), Gustavo Guevara Balcázar, responsable del proyecto, destacó que esta es una de las investigaciones que se realizan en el Laboratorio de Medicina Hiperbárica Experimental, mediante las cuales él y los doctores María del Carmen Castillo Hernández y Alexandre Kormanovski Kovzova, dan sustento científico al uso de la terapia de oxigenación hiperbárica para tratar diversas afecciones como los infartos, cuyos resultados ya están publicados en revistas internacionales.
Para tratar a los roedores infartados los colocaron en una cámara hiperbárica experimental y en ésta se sometieron a dos atmósferas de presión con una oxigenación al 100 por ciento.
“Para que los animales se acostumbren al ambiente hiperbárico, durante 15 minutos se sube poco a poco la presión atmosférica hasta llegar a las dos atmósferas, se mantienen en esa condición 60 minutos y posteriormente se despresuriza el ambiente durante 15 minutos, o sea son 90 minutos en total”.
¿Cómo ayudaría en la atención a infartos?
El experto, adscrito al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I, explicó que por un infarto al miocardio se pierde aproximadamente 80 por ciento de la pared del corazón y destacó que después de aplicar diariamente la terapia durante 15 días a los animales observaron que recuperaron entre 50 y 60 por ciento del tejido dañado. Además comprobaron cambios significativos en los electrocardiogramas con el infarto y después de la terapia de oxigenación hiperbárica.
El doctor Guevara Balcázar refirió que en el Laboratorio de Medicina Hiperbárica Experimental cuentan con una cámara hiperbárica donada por una empresa interesada en la investigación clínica.
Apuntó que la cámara hiperbárica es poco conocida en México. Ya existe en algunos hospitales públicos y privados pero hace falta impulsar la investigación científica sobre sus beneficios porque hay sitios en donde no son especialistas quienes aplican la terapia o la infraestructura es inadecuada.