En la actualidad, se escucha con frecuencia el discurso sobre la importancia y la necesidad de acciones en promoción y prevención en el área de la salud. Ambos temas se enfrentan a dos obstáculos que constantemente se interponen en su camino: el primero, es el gran peso que ejerce el componente curativo en los sistemas de salud; y el segundo, tiene que ver con la confusión y la “rivalidad” que se ha generado entre promoción y prevención.

Para superar esta ambivalente situación, se hace necesario, superar la visión asistencial-curativa de la salud y, además, plantear de forma explícita la distinción entre la lógica preventivista y la lógica de la promoción de la salud, así como la forma en que ambas lógicas pueden acoplarse en un trabajo conjunto.

Para delimitar la diferencia que existe entre la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad y articularlos en una visión integral de política de salud que posibilite la construcción de lineamientos de política de salud en la doble dimensión que ofrecen la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.

La lógica de la prevención

A lo largo de la historia, las acciones preventivas han sido una constante¹, sin embargo, desde su concepción, la posibilidad de evitar la aparición de enfermedades y controlar los factores de riesgo que favorecen el surgimiento de patologías, la prevención adquirió una importancia inédita en la formulación de políticas y en la orientación de las actividades sanitarias^{2, 3}.

Así, la medicina preventiva fue acogida y bajo el auspicio inicial del pensamiento bacteriológico y la epidemiologia unicausal, logro conformar un esquema de acción eficaz para la resolución de los problemas de la enfermedad humana.

La lógica de la promoción de la salud 

Por su parte, la actual promoción de la salud se configuró como una alternativa para la acción en salud a partir de la segunda mitad del siglo XX, en un contexto de grandes transformaciones sociales.

En su desarrollo, la promoción de la salud ha ido construyendo una nueva manera de entender la salud que intenta superar la imagen negativa que la asume como lo opuesto a la enfermedad. Para ello, la promoción de la salud aprovecho el trabajo propiciado por la clásica definición de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) buscando desde allí, nuevas maneras de abordar la salud como realidad propia, como vivencia de bienestar y como resultante de una compleja interacción de determinantes biológicos y sociales

Se ha planteado la conveniencia de que la promoción en salud sea una labor a desarrollar por los profesionales de la salud⁴. Además, dentro de la misma promoción de la salud, existe un fuerte debate entre aquellas posturas que enfatizan la acción dirigida a la transformación de los estilos de vida y aquellas posiciones que privilegian las acciones dirigidas a la transformación de los estilos de vida y aquellas posiciones que privilegian las acciones dirigidas a la transformación social y la lucha política^{5, 6}.

Aún estamos lejos de construir una política integral de salud que incluya articuladamente las dimensiones de la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la atención de la enfermedad. Por lo que es necesario insistir en la necesidad de trabajar en esta dirección ampliando los enfoques y permitiendo la incorporación de nuevos saberes, nuevos recursos y nuevos actores. Sólo así se podrá generar el equilibrio necesario entre ellas y mejorar la situación sanitaria de nuestro país⁷.

 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Susser M, Susser E. Choosing a Future for Epidemiology: I. Eras and Paradigms. Am J Public Health 86(5); 1996: 668-673
2. Hilleboe H, Larimore G. Medicina Preventiva. Editorial Interamericana S.A., México, 1962
3. Leavell HD, Clark, G. Preventive Medicine for the Doctor and his Community. New York, McGraw Hill Book Company; 1958.
4. Restrepo HE, Málaga H. Promoción de la Salud: cómo construir vida saludable. Editorial Médica Panamericana, Bogotá; 2001.
5. Green L. Health education’s contributions to public health in the twentieth century: A glimpse through health promotion’s rear-view mirror. Annu Rev Public Health 20; 1999: 67-88
6. Rúten A. The implementation of health promotion: a new structural perspective. Soc. Sci. Med. 41 (12); 1995: 1627-1637
7. ESLAVA C. JUAN CARLOS. Promoción y Prevención en el Sistema de Salud en Colombia. Rev. salud pública [Internet]. 2002 Ene [citado 2021 ago.  07]; 4(1): 1-12. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-00642002000100001&lng=es

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