En el 2015, la población constituida por menores de edad en el país, alcanzaba el 28.05% (l.355.601 personas) de la población total. De este grupo, el 66% son niños y niñas, y el 34% son adolescentes entre los 12 y los 17 años1. Se trata de un grupo numeroso que, por su condición etaria, presenta características y necesidades propias, diferentes a las del resto de la población. Características y necesidades que deben garantizarse tanto dentro del grupo familiar y por el Estado2.
En el campo de la salud, existe la necesidad de brindar un servicio especializado para este grupo poblacional. En el año 1989, fue creado el Programa de Atención Integral del Adolescente (PAIA), dentro del sistema de Seguridad Social costarricense, con el objetivo de ofrecer una atención diferenciada a la población adolescente, bajo criterios de equidad de género y enfoque de riesgo, así como también, la salud física, mental y social.
Costa Rica se caracteriza por ser un país con buenos índices de salud, en términos generales, sin embargo, es posible percibir brechas entre grupos sociales y a nivel regional, lo cual es un indicador para realizar una mejor planificación en lo relacionado a la prestación de los servicios de salud de acuerdo a las necesidades presentes en las diferentes regiones y grupos poblacionales y sociales.
De acuerdo con la Asociación Costarricense de Adolescencia y Juventud (ASCAJU), la inversión en la salud de los adolescentes, se ve obstaculizada porque se tiene la percepción de que es una población sana, lo cual es ciento en cuanto a salud física; sin embargo: “esta población experimenta una amplia gama de problemas de salud, tales como traumas, accidentes diversos y sus consecuencias, depresiones y suicidios, disturbios emocionales, conductas sexuales de riesgo, consumo de drogas lícitas e ilícitas, patrones de alimentación inadecuados, trastornos alimentarios, sedentarismo y, aunado a lo anterior, pueden mostrar conductas violentas al mismo tiempo que son víctimas de una cultura que les violenta”2.
De ahí la necesidad de la búsqueda de conocimiento de los factores que determinan sus problemas de salud y la creación de “estrategias de acción que incorporen la promoción de la salud a edades tempranas y desde un abordaje integral, garantizando la articulación de acciones entre diversas instituciones y sectores”2.
Además, en Costa Rica, está garantizada por ley la salud de las y los adolescentes de manera universal y está a cargo de la CCSS; no obstante, en la práctica sigue prevaleciendo el enfoque biologista, además de que existe una baja cobertura en lo que se refiere a la detección de factores y conductas de riesgo, así como los factores protectores y de promoción de la salud2.
También, es importante considerar el factor pobreza en los hogares, situación que atenta contra los derechos de la población menor de edad, en especial de los adolescentes, pues limita las oportunidades de tener mejor calidad de vida y el acceso a bienes y servicios básicos para su desarrollo, especialmente, a la educación y a la salud.
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio de Centroamérica y El Caribe
- Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica
MATERIAL EXCLUSIVO PARA USO DE FUERZA DE VENTAS DE RB PARA PROFESIONALES DE LA SALUD. PROHIBIDA SU DISTRIBUCIÓN A PÚBLICO
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Plan estratégico Nacional de Salud para las personas adolescentes (PENSPA) 2010-2018. Ministeriodesalud.go.cr. [cited 2021 Nov 27]. Available from: https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca-de-archivos/sobre-el-ministerio/politcas-y-planes-en-salud/planes-en-salud/1040-plan-estrategico-nacional-de-salud-de-las-personas-adolescentes-2010-2018/file
- Adolescencia en Costa Rica. Codajic.org. [cited 2021 Nov 27]. Available from: http://www.codajic.org/sites/default/files/sites/www.codajic.org/files/Adolescencia%20en%20Costa%20Rica%20%20ASCAJU_0.pdf