Sin lugar a dudas el trabajo del doctor William Frankland, médico especialista en el área de la Inmunología, es una labor digna de ser reconocida, recordada y enmarcada en uno de los casilleros más distinguidos de la historia médica. Eso, no solo por su desempeño que durante más de 100 años ha dedicado a la vida, sino, por todos los procesos históricos de los que ha sido parte. Un profesional en toda la extensión de la palabra.
¿Quién es W. Frankland?
William nació en una pequeña localidad en el sureste de Sussex, en Inglaterra, el 19 de marzo de 1912 para convertirse en uno de los personajes más reconocidos en la historia de la Gran Bretaña.
El doctor Frankland completó sus estudios universitarios en la Universidad de la Reina, en Oxford y, finalmente, en la Escuela de Medicina del Hospital de Santa María.
En este línea, el doctor nacido en Sussex formó parte del personal médico de la real armada inglesa. Lugar donde, luego de una serie de eventos catastróficos, lo posicionaron como uno de los prisioneros de guerra más importantes por su conocimiento en el arte y ciencia médica.
Hasta 1946 estuvo bajo el yugo japonés en una pequeña fortaleza en Singapur, donde observó el temple de los pobladores de la región ante las picaduras de diferentes mosquitos, situación que impulsó su especialización médica.
El hombre detrás de los años
En ese orden de ideas y de acuerdo con la información recopilada en una entrevista otorgada al periódico inglés The Telegraph, “el abuelo de las alergias”, ha recibido un par de condecoraciones de la reina Isabel II, de Inglaterra. Esto, en agradecimiento por los años desempeñados al servicio de la salud de los ingleses.
En esta línea, el doctor quien todavía ingiere un poco de alcohol para alegrar sus días, dejó de recibir a pacientes de forma personal para dedicarse completamente a la asesoría de alergias en el Hospital de Guy.
Sin lugar a dudas, un hombre que vale la pena recordar hoy, mañana y siempre pos su historia, trabajo y beneficio en la calidad de vida de miles de pacientes.
Imagen: The Telegraph