La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que existen 500 millones de portadores o enfermos, únicamente, de las 4 principales Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Además, Naciones Unidas reportó en 2015 que el 36 por ciento de la mujeres, a escala global, no utilizaban métodos anticonceptivos. En el caso de México, la incidencia de embarazos o de estos padecimientos podría ser distinta a la tendencia global debido al gusto por el sexo que tienen sus habitantes.
Una encuesta realizada por Motorola afirmó que más de la mitad de los mexicanos prefieren pasar un mes sin un smartphone o dispositivo inteligente que soportar este mismo periodo de tiempo sin tener sexo. Dicha afirmación se sostuvo a pesar que el 60 por ciento de los entrevistados reconoció tener un cierto grado adicción a su teléfono.
Se llegaron a estas conclusiones después de entrevistar a más de 34 mil personas de todo el país. El 76 por ciento de los encuestados se identificó como hombre. A pesar de su avidez hacia el sexo, el 40.75 por ciento de la muestra se calificó como dependiente del celular, es decir, que presentan síntomas de ansiedad cuando su batería está a punto de llegar al 10 por ciento.
Esta propensión al sexo podría tener importantes consecuencias para el panorama de embarazos no planeados y transmisión de ETS en el país. En la última semana registrada por Vigilancia Epidemiológica, la Secretaría de Salud (SSa) detectó un incremento del 21.6 por ciento de los casos de sífilis de México, con respecto al mismo periodo de 2017. De hecho, identificó que esta infección era más propensa en hombres que en su contraparte femenina.
Para 2013 el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) descubrió que el gusto por el sexo y el bajo uso de anticonceptivos en parejas adolescentes (menos del 20 por ciento) ha ocasionado una alta cifra de embarazos jóvenes no deseados en México. Se estimó que aproximadamente la mitad de las mujeres entre 12 y 19 años que iniciaban su vida sexual a esa edad salían preñadas, mientras que hasta un 40 por ciento de dichas concepciones no era planeada.