Como seguramente sabes, las enfermedades autoinmunes se presentan con mayor frecuencia entre las mujeres (únicamente el 20 por ciento de quienes las padecen son hombres), situación que por años los médicos atribuyeron a las hormonas sexuales, pero sin ninguna evidencia concluyente. Ahora, tras años de investigación un nuevo estudio ha descubierto que dicha respuesta se debe al sexo, mas no al estrógeno o la testosterona.
De acuerdo con el estudio efectuado en la Universidad de Michigan, y cuyos resultados fueron publicados en Nature Immunology, la desproporcionada tasa de enfermedades autoinmunes entre las mujeres no se debe a las hormonas sexuales, sino a la forma en que cientos de genes se expresan en el cuerpo dependiendo del sexo de la persona.
Para alcanzar dicho descubrimiento los investigadores analizaron el material genético de muestras cutáneas de 82 hombres y mujeres saludables (ninguno de ellos diagnosticado con alguna enfermedad autoinmune), en quienes descubrieron “diferencias abrumadoras en términos de expresión genética”, indicó Yun Liang, uno de los autores del estudio.
En total los investigadores encontraron 661 genes que se expresan de forma diferente dependiendo del sexo de la persona, muchos de los cuales se encuentran involucrados en la función inmune del cuerpo.
Estos resultados sugieren que las diferencias sexuales que existen en estos genes contribuyen no sólo en una mayor susceptibilidad ante enfermedades, sino que incluso pueden incrementar la actividad de las enfermedades. En este contexto, hemos notado que ser mujer supone el mayor riesgo de desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Entre los genes sexualmente diferentes descubiertos por los científicos se encuentra la proteína VGLL3, proteína a la cual han designado como “regulador maestro”, pues descubrieron que ésta únicamente se encuentra activa en las mujeres (sanas o diagnosticadas con alguna autoinmune)… y en los hombres que padecen enfermedades autoinmunes.
Aprender más sobre estas enfermedades y la forma en que avanzan en cada sexo nos proveerá de oportunidades de intervenciones terapéuticas que jamás imaginamos, incluyendo la prevención”, indicó el doctor Johann Gudjonsson, líder de la investigación.