Es evidente que las actividades sedentarias poseen una serie de efectos negativos en varios niveles de la salud integral del paciente médico. Sin embargo, ¿cuál de todas ellas es peor? Bien, esa fue la pregunta que un equipo de médicos y especialistas de la Universidad de Minnesota (UM), en los Estados Unidos, se planteó con la intención de dilucidar un análisis adicional relacionado con el remanente perjudicial de hacer cosas en un sólo lugar, por mucho tiempo.
The Cardia Study
En este contexto, el doctor Mark Pereira, PhD de la UM, se encargó de dar dirección a un estudio elaborado en conjunto con un equipo de especialistas de diferentes áreas de la Medicina a fin de realizar un trabajo de investigación enfocado en el comportamiento del organismo a raíz de la estabilización de una serie de variables aplicadas a un determinado número de actividades sedentarias
Metodología:
El trabajo de investigación contó con la colaboración de cinco mil 115 personas de:
- Razas: caucásica y afrodescendiente;
- Género: femenino y masculino;
- Edades: entre 18 y 30 años de edad (en 1985 y 1986).
- Localidades: Alabama, Chicago, Minneapolis y California.
Actividades sedentarias:
- Ver televisión;
- Hacer trabajo por computadora;
- Hacer papeleo de oficina;
- Lectura;
- Uso de teléfono; y,
- Uso de transporte;
Ver TV
Mayor potencial de riesgo para la salud
Siguiendo esta línea argumentativa, el estudio realizó una serie de contrastes y matices entre cada una de las variables sujetas al trabajo de investigación. En cada una de ellas, de forma discreta, la actividad sedentaria de ver televisión registró un impacto negativo en la salud del sujeto en la valoración médica y científica.
Con esto en mente, el doctor Pereira reconoció que no es muy clara la línea por la cual se puede establecer que ver televisión representa un mayor riesgo para la salud que el resto de las actividades sedentarias. Sin embargo, añadió que se tienen algunas teorías al respecto.
Una posibilidad es que la gente permanece inmóvil durante periodos más largos frente a la televisión. Podrían moverse más cuando se utiliza el teléfono o jugando en la computadora, y podrían cambiar de posición con más frecuencia al leer o hacer el papeleo. Asimismo, pueden detenerse y salir de sus coches más a menudo de lo que se levantan del sofá cuando ven televisión.
Comer y ver televisión
Finalmente, el doctor Pereira y su equipo de científicos destacó que una de las posibilidades más latentes y comunes es la ingesta de alimentos durante el tiempo que se pasa mirando la televisión. Un aspecto que puede difuminar el límite de lo que se está comiendo y en qué cantidades.
También se puede pensar en comer mientras se ve televisión. Las personas pueden enfrascarse cuando se encuentran en un partido de baloncesto, en una película o mirando una serie (que ahora se ha puesto mucho de moda) y perder noción de lo que han ingerido. Pensemos en los tipos de publicidad que promueven en la televisión las actividades sedentarias y la dieta occidental
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