Uno de los temas de mayor relevancia en los últimos años dentro de la medicina es la capacidad que muestra el profesional de la salud para ser empático y generar confianza entre sus pacientes.
Bajo este contexto, durante los eventos conmemorativos del 50 aniversario de la Unidad Académica de Medicina de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), el médico Enrique Ruelas Barajas, expresidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), afirmó que los profesionales de la salud “están obligados a humanizarse para generar empatía y confianza con los pacientes”, puede lo contrario, dijo, “la atención no es de calidad”.
La calidad en la atención médica se puede expresar de diferentes maneras, pero básicamente es en esencia, trabajar para ofrecer los mayores beneficios con los mínimos riesgos para el paciente, y para eso es indispensable saber diagnosticar, tratar, paliar y rehabilitar: esa es la dimensión técnica de la calidad.
Asimismo, enfatizó que otro de los grandes recuerdos que el médico jamás debe olvidar es la búsqueda de la satisfacción del paciente y su familia. Es lo que se conoce como dimensión interpersonal, es decir la relación médico-paciente, misma que debe estar basada en el trato respetuoso, digno, confidencial, afectivo y cortés. En tanto, en el aspecto técnico, Enrique Ruelas dijo que se debe garantizar seguridad para los pacientes y eso significa que el médico “sepa hacer lo que debe saber hacer bien”.
Lo que se necesita es saber cómo tratar a los pacientes y la adherencia terapéutica depende de la cercanía que se establece con las personas, de lo que el médico comprenda de su paciente. Se requiere un mayor esfuerzo en la educación médica para que los egresados aprendan a ser más humanos.
¿Por qué se le dificulta ser empático a los médicos?
Por mucho tiempo se ha animado a los médicos a mostrar más empatía durante la consulta, pero la verdad es muy distinta, ya que la mayoría de ellos menciona que no es tan simple.
“Los médicos tienen una lucha interna por equilibrar la empatía con el pensamiento analítico durante las consultas con sus pacientes”, explica el investigador en neurociencias e imágenes cerebrales Anthony Jack, quien añade que este problema no es culpa del médico, sino de su cerebro.
El especialista, quien se encuentra al frente del Case Western Reserve University’s Brain, Mind and Consciousness, empleó una técnica de escaneo cerebral y descubrió que, cuanto más se activa la región del cerebro responsable del pensamiento analítico, menos se activa la región que gobierna la empatía. Es decir, la región analítica cerebral y los sistemas de la empatía se encuentran en una lucha constante uno con el otro.
Cuando el médico se encuentra con su paciente suele involucrar más el pensamiento analítico, cuando por ejemplo realiza un diagnóstico o escribe el historial clínico. En ese momento el médico suprime las tareas del cerebro relacionadas con la reflexión sobre la experiencia de los demás. Pero cuando siente empatía, apaga automáticamente el pensamiento analítico.
El experto aconseja que para realizar diagnósticos más certeros y al mismo tiempo ser más empático con sus pacientes, es necesario que cambie con fluidez de un modo a otro.
No es tan difícil de hacer si se practica lo suficiente. Los médicos por lo general les dicen a sus pacientes cómo deben actuar si quieren ser más saludables, cómo tomar su medicina a la misma hora o cómo hacer más ejercicio. Pero el problema es que decirle a la gente lo que debe hacer sin mostrar un poco de empatía no es una buena forma de acercarse a los pacientes. E inversamente, las personas pueden se más sensibles a las indicaciones médicas cuando son capaces de sentir una conexión emocional positiva con su médico.