Alejandro Svarch, nuevo titular de la agencia sanitaria, ha empezado a hacer sentir su mano. Al menos se ha reunido dos veces con los empresarios y representantes de la industria farmacéutica, ya empezaron sesiones de capacitación en línea para la industria y ya anunció su deseo de que la agencia se digitalece totalmente, con el fin de no tener esos viejos sótanos de archivos húmedos, llenos de papel viejo y amarillo. ¿Su principal misión? Resolver los miles de trámites pendientes y eliminar la corrupción.
Nuestra agencia sanitaria, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ha pasado por muchas etapas en los últimos 20 años. Sus titulares la han manejado, bien, mal, regular, con brillo y sin pena ni gloria. Hay algunos, como José Novelo Baeza, quienes no se han dejado ver ni dejado huella de su gestión.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en su tradicional conferencia vespertina, a pregunta expresa de ACROM reconoció que cuando esta administración llegó había cerca de 60 mil trámites y solicitudes de autorización sanitaria, con un promedio de cuatro a cinco años de atraso.
¿Cuál es la explicación de esta gigantesca bola de nieve? La corrupción frenaba los trámites en los procesos de solicitud de autorización sanitaria, de medicamentos y de equipo médico. A decir del subsecretario, el nuevo comisionado se ha metido a revisar los porqués del rezago que trasciende el sexenio, pero lo alarmante no es el rezago en sí, sino la discrecionalidad.
Así es, ni más ni menos. Los procesos de trámites de solicitud de autorización sanitaria van desde medicamentos, equipos, de biológicos, de unidades operativas, de establecimientos comerciales que tenían años de rezago.
La discrecionalidad para aprobar ciertos trámites
López-Gatell, empero, enfatizó que lo alarmante no sólo era el número de rezagos, sino la discrecionalidad que se tenía para aprobar ciertos trámites. “A algunos se les daba carretera rápida a otros, la mayoría, se les estancaba. Pero eso no es todavía lo más grave, sino que la razón por la cual a unos se les daba fast track era por corrupción, corrupción, franca, simple, llanamente, lo decimos, en Cofepris había un monstruoso proceso de corrupción”.
Quiero llamar la atención, de nuevo, sobre estas palabras: “De manera discrecional, personal directivo del más alto nivel en Cofepris, decidía quién pasaba rápido y quién no, claro, mediante ciertos estímulos”. Hoy en día, en cambio, a decir del subsecretario, esto ya no está pasando en la agencia sanitaria, pues el nuevo comisionado está en labor de limpieza y reorganización. “Está limpiando todo ese procedimiento, poniendo reglas claras, estableciendo para todo mundo los mismos procedimientos”.
El proceso de limpieza
Por tanto, la Cofepris está de lleno en un proceso de digitalización de trámites, a través de una plataforma electrónica que permitirá en todo momento y en tiempo real a los órganos de fiscalización del Poder Ejecutivo o del Poder Legislativo monitorear el procedimiento de trámite.
El área de los protocolos de investigación clínica fue una de las primeras acciones a las que se enfocó Svarch en este proceso de limpieza, tomando como referencia los estándares de procedimiento de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Este atraso de 60 mil trámites significan un daño muy grande para los ciudadanos, para las empresas privadas, porque obviamente les implica perder competitividad, perder dinero, porque no pueden empezar a vender sus productos cuando legítimamente han solicitado los trámites. Pero no todo acaba ahí, porque también existe un daño al patrimonio nacional, dado que reduce el mercado de insumos para la salud a unas cuantas firmas o grupos de proveeduría.
Una industria más fuerte y economía nacional más sana
No podemos sino celebrar que la agencia sanitaria mexicana esté tomándose en serio su papel y que esté en el proceso de eliminar la corrupción, digitalizar sus procesos y eliminar los miles de trámites pendientes, porque ello abonará, necesariamente, en una industria más fuerte y en una economía nacional más sana.
La gran pregunta es: ¿por qué inició el gobierno de la 4T con la Cofepris ahora, con la llegada de Svarch, y no antes, si ya estamos llegando a la mitad de esta administración?
Estetoscopio
No hay pretextos para no aplicar la vacuna anti Covid a todo el personal de salud, sin distinción, simple y llanamente porque no están igual de expuestos que el resto de la población, sino son siete veces más propensos a contagiarse. Tampoco hay que hacer la distinción de si son del sector público o privado. Son personal de salud, estamos en medio de una pandemia y punto… ¿Cuándo acabará de entender esto el actual gobierno? Un poco de humanidad, por favor…