¿Comprar medicamentos en el extranjero porque en el país no se producen de calidad?

En su columna para Saludiario Jorge Arturo Castillo aborda la polémica decisión del gobierno federal de comprar medicamentos en el extranjero.

El titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) José Alonso Novelo Baeza, afirmó en meses previos que “en México no está garantizada la producción de medicamentos de calidad, seguridad y eficacia”, lo cual garantizaría la importación de fármacos aunque no contaran con control sanitario.

El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el pasado 28 de enero, permite la importación de medicamentos sin que necesariamente esté avalada su seguridad ni eficacia, como ha admitido la misma Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin duda, el titular de la Cofepris o está mal informado -lo cual no sería justificante-, o está mal intencionado, porque afirma que dicha decisión se tomó “porque el país no produce los suficientes medicamentos de calidad, seguridad y eficacia que la nación necesita -lo cual no es para nada cierto-. Además, había muchas trabas, por llamarlas de alguna forma, para comprar medicamentos fuera de México”. Lo que llama más la atención de las declaraciones de Novelo Baeza es su afirmación de que dichas trabas “parecían enfocadas a beneficiar a la industria farmacéutica nacional, aunque precisó que esto no aplica para todas las empresas”.

Esto llama la atención, particularmente, porque este gobierno de la 4T llegó al poder, entre otras cosas, con la promesa de fortalecer el mercado interno y favorecer a las industrias nacionales, pero en la práctica parece justo lo contrario.

Por otro lado, es sorprendente que el titular de la Cofepris desconozca que el marco legal vigente, construido en al menos ocho décadas, se edificó para proteger a la industria farmacéutica nacional, es decir, a las empresas del sector que no solo operan en México, sino que invierten, tienen plantas de producción, generan empleos y pagan impuestos. Y no solo eso, sino que han sido aliados del gobierno en varias crisis sanitarias, como la de la influenza A (H1N1) de 2009, y claro, la presente de Covid-19.

La industria farmacéutica instalada en México está enojada y con toda la razón, pues es más que injusto que las empresas instaladas en el país deban cumplir con estrictos requisitos, mientras que otras firmas que no están asentadas en territorio nacional puedan vender sus medicamentos sin mayor problema. Esta semana, para clavar más el puñal, el presidente López Obrador anunció que la compra de medicamentos 2021 ¡se hará en el exterior! El pretexto es que aquí hay “mucha corrupción”, lo que se podría evitar tomando todas las medidas pertinentes, pero no de plano hacer las compras en otro lado.

Acerca del riesgo de que medicamentos sin regulación sanitaria ingresen a México, el funcionario titular de la Cofepris ha advertido que todos los países pueden recibir medicamentos de esta manera, pero el acuerdo para que ingresen al país indica que deben pasar por un proceso de análisis del cual, en teoría, se encargará este organismo.

En suma, es urgente que el gobierno federal, las autoridades sanitarias en particular, reflexionen sobre el daño económico que causará dicha medida a la industria farmacéutica instalada en México, además de la posible afectación a los pacientes, dado que los medicamentos importados no garantizarían ni su calidad ni eficacia.

Estetoscopio

Sería bueno que el presidente Andrés Manuel López Obrador recuerde sus promesas de campaña que le hizo ganar la elección, como la de fortalecer el mercado interno y las industrias nacionales. La farmacéutica, por ejemplo, genera 100 mil empleos directos y 500 mil indirectos. Esperemos que al final impere la razón.

Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales.