Con base en estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el uno por ciento de los recién nacidos de todo el planeta presentan defectos cardíacos congénitos, motivo por el cual se recomienda la realización de exámenes que determinen cualquier alteración estructural en el corazón del producto durante la etapa gestacional, para así poder anticiparse a futuros problemas.
Justamente gracias a este tipo de exámenes diagnósticos fue que un grupo de especialistas del Centro de Cardiología de Munich, ubicado en Alemania, logró detectar que el producto de una mujer embarazada presentaba un severo problema cardíaco, el cual evitaría que su corazón se desarrollara por completo. De tal modo, los médicos pudieron idear diferentes estrategias para abordar el problema y actuar al momento mismo del nacimiento.
Tras analizar detenidamente la situación, el equipo médico propuso emplear una técnica que previamente se había realizado con éxito en cerdos (pero nunca en humanos), con la cual se buscaría salvar la vida del bebé.
De esta manera, a tan sólo un par de días del nacimiento del menor, el equipo de especialistas realizó una compleja operación que consistió en crear con 2 catéteres una conexión entre el maltrecho corazón y sus pulmones para así buscar salvar su vida.
Se trató de la primera ocasión en que se realizó una intervención de este tipo en humanos y a casi de año de haber ocurrido y corroborar la salud estable del bebé, los médicos a cargo decidieron dar a conocer su trabajo debido a que se considera como un caso exitoso que muestra el avance de la tecnología junto con una correcta capacitación de parte de los galenos.