No hace mucho tiempo se tuvo la oportunidad de mencionar que siempre ha habido gente poco pensante a lo largo de la historia; ejemplos podemos encontrar en todos lados, desde las personas que propician un conflicto armado a escala internacional, hasta la declaración que un médico nefrólogo hizo sobre la enfermedad del Alzheimer en Perú.
En esta oportunidad se hablará más de lo segundo, para discernir un poco más sobre las principales limitaciones de los actores políticos que continúan con su discurso, incluso, cuando los argumentos brillan por su ausencia.
De tal manera y en alusión a la información materializada en un artículo publicado por el diario peruano El Popular, el médico nefrólogo y congresista del partido político Fuerza Popular del Perú, se aventó una de esas “joyitas” que merecen su inspección para dar cuenta del estado que conservan muchas practicas políticas actuales.
Tengamos en cuenta, que el cerebro del ser humano, a medida que transcurre el tiempo, envejece. Ya a los 40 años no pensamos o no estudiamos como estudiábamos a los 20 años y a los 60 años. Existe una enfermedad conocida como el síndrome del Alzheimer, que se da en aquellas personas que estudiaron mucho y que leyeron mucho. Y uno de ellos son los profesores. Y no estoy en contra de ninguno de ellos.
Luego de su flamante interpretación sobre los aspectos que dan origen a esta enfermedad, el congresista y también especialista médico fue cuestionado sobre la fuente a través de la cual llegó a dicha conclusión. Situación que fue por demás incomoda para los especialistas presentes ante la Comisión de Educación del Gobierno Nacional.
En respuesta, el neurólogo y gerente general del Hospital “Guillermo Almenara” de EsSalud, Luis Bromley, calificó de “equivocado y hasta peligroso” el comentario del congresista del FP, Bienvenido Ramírez.
Estas son informaciones que se dan en el pregrado de las universidades a los futuros médicos. La lectura constante y la educación en general les proporcionan a las personas reserva cognitiva, la cual permite proteger e incluso retrasar la aparición del mal, cuyo riesgo se incrementa en la tercera edad. Lo cierto es que, contrario a lo que dice el congresista, hay que leer y bastante.
Si eres de las personas que se queja del “infrestoc-chure” de algún político conocido, sabrás que en todos lados estamos igual.