El sábado 15 de julio fue hallado muerto a golpes el médico cirujano Rafael Romero Parra, en la colonia Altiplano, en Tijuana, Baja California.
Reportes extraoficiales de la policía señalan que el médico fue encontrado sin vida en el interior de un auto Ford Focus color arena, registrado a su nombre, con placas 10-28 AGE459A, en la citada colonia. “Se le encontró semidesnudo y presentaba contusiones en la mayor parte de su cuerpo, con arañazos en su espalda”, dijeron las autoridades.
La policía municipal encontró también una bata blanca con la leyenda “doctor Rafael Romero Parra”, en el interior del auto.
Con la muerte de este médico, ya son tres los galenos asesinados en Tijuana en un lapso de dos semanas, luego de que le ocurriera lo mismo a la doctora Alma Angélica Ciani, el 4 de julio, y al médico Juan Carlos Miranda Arroyo, el 9 de julio.
Tras investigar los antecedentes de Rafael Romero Parra, se dio a conocer que era especialista en cirugía estética, plástica y reconstructiva, y que laboraba en el Hospital Ángeles, mismo al que pertenecía Miranda Arroyo, quien fue encontrado muerto al siguiente día de haber sido reportado como desaparecido.
Las autoridades mencionaron que el homicidio del doctor Romero Parra correspondería a un móvil pasional; sin embargo, aseguraron que seguirán investigando.
Familiares de las víctimas así como diversos sectores de la población han exigido al gobierno municipal y estatal que aclaren los homicidios de los médicos, pues consideran que detrás de ellos está involucrada la delincuencia organizada.
En tanto, las autoridades han mencionado que en todos los casos los motivos han sido diferentes y apuntan hacia móviles personales, descartando a la delincuencia organizada como móvil.
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