Realizar el diagnóstico del Alzheimer es un proceso muy complejo para los profesionales de la salud, principalmente porque no puede saberse a ciencia cierta. Sin embargo, actualmente se realizan inferencias muy exactas con una combinación de pruebas neurofísicas y de laboratorio, así como la interpretación de los síntomas.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Biological Psychiatry, asegura que un grupo de investigadores ha diseñado un diagnóstico que, con la construcción de redes cerebrales personales mediante múltiples características de la estructura cerebral, puede identificar los casos de Alzheimer o defectos cognitivos leves con una precisión de 96 por ciento.
Weihago Zheng, parte del equipo de investigación, asegura que el Alzheimer y los defectos cognitivos leves se caracterizan por daños y atrofias en el tejido cerebral. Como el cerebro es un sistema con secciones altamente interrelacionadas, los expertos razonaron que el mal funcionamiento de un área podría tener consecuencias significativas perceptibles en las demás.
El equipo de trabajo diseñó su herramienta mediante la inclusión de seis características del cerebro, entre ellas el grosor cortical y el volumen del cerebro (estructuras comúnmente alteradas por el Alzheimer y el deterioro cognitivo leve) así como la superficie de la materia gris.
Durante las sesiones de experimentación, su método de diagnóstico probó ser muy efectivo para discriminar entre el grupo de control (conformado por 165 participantes) y la población con problemas cerebrales (221 individuos con deterioro cognitivo leve y otros 142 con Alzheimer).
Sin embargo, su efectividad se redujo al momento de intentar diferenciar entre los pacientes con deterioro cognitivo leve y Alzheimer, con un índice de precisión de 70 por ciento. Sin embargo, como el primero generalmente es una fase previa al desarrollo del segundo padecimiento, los científicos creen que su herramienta puede convertirse en un instrumento complementario al momento de hacer un diagnóstico de demencia.