A partir de la conformación de la Unión Europea, en 1993, se han observado diversos beneficios para los estados que forman parte de la llamada Eurozona; sin embargo, al mismo tiempo también se han detectado algunos aspectos negativos, muchos de ellos propiciados por el libre tránsito de sus ciudadanos entre los diferente países, siendo la profesión del médico ha sido una de las más afectadas.
Debido a que cualquier persona puede desplazarse a través por los países miembros de la Unión Europea sin ninguna restricción, se ha podido detectar una competencia desigual entre los médicos de las naciones, particularmente en lo que respecto a su sueldo y condiciones laborales.
A raíz de lo anterior es que la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) ha propuesto crear un salario médico mínimo en todos los países europeos, medida que servirá para combatir la competencia desleal existente en la actualidad; sin embargo, dicha medida apenas se trata de una propuesta que debe ser analizada a fondo para poder determinar su factibilidad o no.
En ese sentido, el principal problema que se plantea es la determinación misma del salario, razón por lo que se ha invitado a los integrantes de la FEMS a reunirse en junio próximo para iniciar una mesa de debate y someter a discusión la idea.
Por lo pronto, esta situación nos lleva a pensar si una idea similar sería factible en Latinoamérica, pues también existen sueldos muy desiguales entre los médicos de la zona. Inclusive se ha pensado en si una idea similar podría funcionar en México, donde los sueldos de los médicos varian radicalmente de un estado a otro, razón por la que en varias ocasiones se ha pedido unificarlos, pues existen diferencias significativas entre lo que gana un galeno que labora en una ciudad industrializada y otro que lo hace una zona rural.