Para enfrentar la actual pandemia de Covid-19 fue necesario unir esfuerzos y el resultado se tradujo en el desarrollo de una vacuna en tiempo récord. La primera en conseguir la hazaña y ser aplicada de forma masiva fue la diseñada por Pfizer. Hasta el momento se mantiene como una de las más populares. Ya ha sido aprobada en más de un centenar de países y a diario son suministradas miles de dosis.
Aunque en primera instancia es algo favorable también se deben contemplar la parte negativa. Conforme ha transcurrido el tiempo se han detectado algunos efectos secundarios de gravedad entre quienes reciben este biológico. La probabilidad de que ocurra un evento de este tipo es mínima pero tampoco se puede ignorar.
Consecuencias poco probables pero que pueden ser mortales
Fue hace un par de meses cuando la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reconoció que existe un vínculo entre las vacunas de ARN mensajero como las de Pfizer y Moderna y el riesgo a desarrollar miocarditis y pericarditis. Después de una investigación se identificó que este tipo de inmunización sí puede provocar esta severa afectación.
Ahora bien, una investigación publicada en la revista Jama Cardiology señaló que una de cada 100 mil personas puede desarrollar este efecto secundario. Por lo tanto el riesgo es mínimo.
Otra muerte asociada a la vacuna de Pfizer
Pero ahora Pfizer se encuentra en peligro porque de acuerdo con la BBC en Nueva Zelanda se acaba de confirmar el fallecimiento de una persona que recién había recibido la primera dosis de esta vacuna.
Hasta el momento lo único que se ha dado a conocer es que la víctima es una mujer de edad desconocida que días después de la inoculación presentó una inflamación en el corazón que finalmente la condujo a la muerte.
“El caso fue referido al forense. La causa de la muerte no ha sido determinada. El CV-IBSM (Junta Independiente para la Vigilancia de la Seguridad de la Vacuna contra la COVID-19) considera que la miocarditis fue provocada probablemente por la vacunación”.
Otro aspecto importante que se menciona es que la mujer sufría de padecimientos médicos previos. Por lo tanto eso también pudo influir en el fatídico desenlace. Por lo tanto, resulta apresurado señalar a la vacuna de Pfizer como responsable directa. Ahora se ha iniciado una investigación sobre el caso para identificar con certeza la causa.
Mientras tanto, el gobierno de Nueva Zelanda ha indicado que planea continuar con su actual campaña de inmunización con normalidad. Hasta ahora ha administrado las dos dosis de la vacuna Pfizer a 1.2 millones de adultos dentro de los poco más de cinco millones de habitantes. El objetivo es que antes de que culmine este 2021 todos queden protegidos.
Mientras que a la fecha se mantiene como uno de los países que mejor ha enfrentado la pandemia. Durante toda la emergencia sanitaria se han confirmado tres mil 263 casos y 26 decesos, siendo una de las cifras más bajas en todo el mundo.