Durante su gira de trabajo a lo largo del Estado de Guerrero, el titular del Poder Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, inauguró las nuevas instalaciones del Hospital General de Acapulco (HGA) en la zona conocida como “El Quemado”. Una obra de infraestructura médica que tiene el objetivo de fortalecer la red hospitalaria en el sur de la entidad federativa.
Con esto en mente y tomando como base la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario nacional Milenio, el mandatario federal reconoció aue la inversión en materia de salud es resultado de las reformas estructutales impulsadas por su gobierno, desde finales de 2012.
El nuevo hospital sustituye a la unidad médica que prestaba servicio desde 1972 y Peña anunció que el Seguro Popular atenderá el cáncer de esófago y ofrecerá trasplantes de hígado, corazón y pulmón.
Sin embargo, como lo ha detallados Saludiario en varias publicaciones anteriormente, los profesionales de la salud miran con recelo la habilitación de este nuevo centro de salud, ya que, además de estar alejado del antiguo Hospital General, se encuentra ubicado en una zona de alta incidencia delictiva.
En este sentido, Guerrero es una de las entidades federativas con más violancia y percepción delictiva en sus diversas localidades, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estafística y Geografía (INEGI), ya que el 83.1 por ciento de su población se siente insegura en el Estafo.
El INEGI le da la razón a los médicos para preferir una zona como la que cobija al antiguo Hospital General de Acapulco, rn comparación con su similar de El Quemado. Pero, al final del camino, la habilitación del nuevo sanatorio ya está hecha.
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