- Los constantes aumentos en los precios de la mayoría de productos han incrementado los niveles de estrés en la población de cara a la siguiente Navidad.
- Por lo mismo, ahora las familias deben destinar más recursos para adquirir algunos tan necesarios como los alimentos de la canasta básica.
- Durante la parte final de cada año se genera el fenómeno conocido como depresión blanca o decembrina.
Una de las épocas más coloridas del año está a punto de ocurrir. Se trata de Navidad y aunque uno de los objetivos es generar fraternidad entre las personas en ocasiones tiene un efecto contrario que termina en altos niveles de estrés. De igual forma, se debe considerar el panorama actual marcado por la pandemia que todavía no ha desaparecido. De hecho, durante los últimos meses se ha detectado un repunte a nivel mundial.
Lo bueno y lo malo de la Navidad
En ese sentido, la temporada decembrina suele generar sentimientos encontrados en gran parte de la población. En primera instancia, es una temporada que funciona para reunir a familiares y amigos. Desde las fiestas previas marcadas por las posadas hasta la cena navideña son un pretexto para fomentar las relaciones personales.
Por otra parte, también es una fecha que no a todos les agrada. En especial porque está ligada con el consumismo y las compras exageradas de productos. Durante el último mes del año es común observar los centros comerciales a su máxima capacidad. Aunque es una forma de propiciar el comercio también afecta los bolsillos de las personas.
De hecho, a partir del inicio de la pandemia se ha observado un aumento generalizado en los precios de la mayoría de productos. Por lo mismo, ahora las familias deben destinar más recursos para adquirir algunos tan necesarios como los alimentos de la canasta básica.
Todo lo anterior ha generado un fenómeno global y se trata de los altos niveles de estrés durante Navidad. Pero aunque afecta a todos los países hay algunos en donde la preocupación es mayor.
Preocupación mundial durante la parte final del año
Acerca de este tema la consultora Ipsos llevó a cabo un estudio internacional en el que participaron 12 países. El primer resultado que se obtuvo fue positivo. La media del 85% de toda la población declaró sentirse entusiasmada con las celebraciones navideñas e incluso un tercio dice estarlo más que el año pasado.
Sin embargo, ese entusiasmo choca con el nivel de estrés que siente la gente frente al actual contexto inflacionista. El trabajo retomado por Statista mostró que, en promedio, cerca de nueve de cada diez encuestados dijo sentirse estresado ante el impacto del aumento de los precios y el 55% lo está más que el año pasado.
Al hacer una división por países se obtuvo que Rumania es la nación con más personas que sienten estrés durante la temporada de Navidad porque el 74% tienen una alta preocupación.
Por su parte, en segunda posición está Italia con el 65% y después le sigue Filipinas con el 63%. En el caso de Latinoamérica aparece Chile con el 46% y Brasil con el 28%.
Este nivel de estrés definirá sin duda cómo será la siguiente Navidad. De hecho, la mitad de los encuestados prevé que el aumento de los costos tenga un impacto significativo en sus compras.
Finalmente, esta situación también está relacionada con otra todavía más grave y es la depresión blanca o decembrina. Se trata del desarrollo de cuadros de tristeza y pensamientos suicidas, los cuales se incrementan de forma alarmante al final de cada año. A raíz de lo anterior es que durante la temporada navideña es cuando se registra la mayor tasa de suicidios en todo el mundo.
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