- Una alimentación deficiente puede generar desde desnutrición hasta obesidad.
- Tanto para trabajadores que enfrentan guardias de 36 horas hasta para los pacientes internados es fundamental recibir platillos equilibrados o al menos que sean decentes.
- Desde jamón empanizado hasta latas de atún cerradas en una cocina sin abrelatas son algunas de las peores comidas que se ofrecen dentro de los hospitales.
La alimentación forma parte de la vida de todas las personas. Se trata de una actividad necesaria para vivir e incluso puede ayudar para prevenir múltiples enfermedades. Por lo tanto, lo mínimo que se podría esperar es que las comidas dentro de los hospitales fueran completas o al menos decentes, ¿pero eso de verdad ocurre?
En ese tenor, la parte más importante es el equilibrio de ingredientes. Cuando no existe se puede caer en extremos peligrosos que propician la desnutrición o la obesidad. Ambas están relacionadas con un amplio número de enfermedades e incluso pueden derivar en casos mortales.
¿Cómo se debe alimentar una persona?
Por otra parte, es necesario entender lo que se considera como un platillo saludable. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se trata de un adulto una porción debe contener lo siguiente:
- Frutas, verduras, legumbres (tales como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
- Al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
- Menos del 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total.
De regreso con las comidas de los hospitales, la preparación es muy importante porque se trata de los alimentos que se otorgan tanto a los trabajadores como a los pacientes internados. En el caso de los primeros, hay residentes y personal de otras áreas que realizan guardias que se extienden hasta por 36 horas. Por lo tanto, requieren de una combinación adecuada para cumplir sus funciones.
Con respecto a los pacientes ocurre lo mismo. Todos requieren de alimentos frescos y porciones suficientes para su recuperación. El problema es que muchas veces no es lo que reciben, en especial en nosocomios públicos.
Historias reales de opciones de comida dentro de hospitales
A partir de este panorama la usuaria @LollipopSofi inició un hilo en Twitter para conocer las peores comidas de hospitales. Su iniciativa ha sido bien recibida porque ha generado cientos de comentarios.
Dentro de las respuestas que ha obtenido hay desde jamón empanizado hasta latas de atún cerradas en un hospital sin abrelatas. Mientras que en casos más extremos se menciona que hay hospitales en los que ni siquiera se ofrecen alimentos.
https://twitter.com/LollipopSofi/status/1599479167401488384
Con esto en mente, se puede entender el actual problema de los puestos callejeros de comida que por lo regular abundan afuera de los nosocomios. Aunque hay muchos la mayoría ofrecen alternativas que no son saludables y, en ocasiones, tampoco higiénicas.
Mientras que parte de su éxito se debe a que se trata de opciones “menos malas” que las que hay dentro de los hospitales. Además también influye que se trata de alimentos económicos que están al alcance del salario de los médicos.
Por lo pronto, ¿para ti cuáles son las peores comidas que has recibido dentro de hospitales?
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