Ahora tendrás más motivos para pedir a tus pacientes que permanezcan más tiempo de pie, pues un estudio ha descubierto que caminar o pasar un buen lapso de tiempo de pie reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Los investigadores de la Universidad de Leicester, Reino Unido, midieron la actividad física diaria de un grupo de personas de 60 años con sobrepeso. Todos los participantes tenían antecedentes de familiares con dicha enfermedad, quienes además, pasaban una media de 9.4 horas diarias sentados o acostados, frente a unas 4.5 horas de pie, además de otra media hora caminando.
Los expertos pidieron a los voluntarios que modificaran una parte de esa rutina, y que pasaran de pie más tiempo, al menos 30 minutos diarios. Gracias a esta sencilla actividad los investigadores observaron que hubo una disminución del 4 por ciento de glucosa en sangre, por lo que se redujeron los marcadores de riesgo para la diabetes.
Las personas que pasaban al menos 30 minutos de pie de manera prolongada tuvieron una reducción del 4 por ciento de sus niveles de insulina en ayunas. Y cuando caminaban se reducía hasta un 11 por ciento.
A pesar de los resultados, los investigadores reconocieron que no fue un estudio controlado y por tanto, no pueden demostrar como diferentes niveles de actividad influyen directamente en el riesgo de diabetes.