- Con base en Amnistía Internacional, durante el 2021 se llevaron a cabo al menos 579 ejecuciones en 18 países.
- El país que encabeza la lista es China aunque no hay un registro oficial definitivo.
- En la lista no aparecen Corea del Norte y Vietnam porque se desconoce la cifra de personas ejecutadas por el gobierno.
Dentro de los problemas más graves que se encuentran en aumento en el mundo destaca la violencia. Pero lo que resulta todavía más grave para las asociaciones defensoras de los derechos humanos es que la pena de muerte persiste como castigo en algunas regiones. De hecho, algunos países destacan del resto porque son donde se registran más ejecuciones en la actualidad.
Definición del término
En este caso, lo primero que se debe entender es que una ejecución no es lo mismo que un asesinato producto de la violencia o un accidente. El término se ocupa para describir la acción de provocar la muerte a una persona condenada por parte del Estado. Es un castigo que se aplica por cometer un delito establecido en la legislación y se distingue porque hay un proceso legal.
Se trata de uno de los primeros castigos que aparecieron en la humanidad y aunque algunas naciones lo han abolido, en otras sigue vigente. Aunque al inicio se utilizó para cualquier tipo de robo ahora es distinto porque se aplica cuando se trata de delitos graves.
A lo largo de la historia se han utilizado múltiples métodos para causar la muerte a este tipo de criminales. Dentro de la larga lista destacan la hoguera, horca, decapitación, asaetamiento, lapidación y fusilamiento.
Mientras que durante los últimos siglos surgieron modalidades más “humanitarias” como la silla eléctrica, la cámara de gas y la inyección letal. En todos los casos se busca provocar la muerte de una forma instantánea y con el menor sufrimiento posible.
Panorama actual en el mundo
Al respecto, la asociación Amnistía Internacional publicó su informe más reciente sobre condenas a muerte y ejecuciones. Lo que destaca es que durante el 2021 se llevaron a cabo al menos 579 ejecuciones en 18 países. La cifra representa un incremento del 20% respecto al total registrado en 2020.
La organización asegura que gran parte de este aumento corresponde a Irán, que ejecutó al menos a 314 personas (frente a las 246 de 2020).
A pesar de este incremento, Amnistía Internacional apunta que el número total de ejecuciones registradas el pasado año constituye la segunda cifra más baja, después de la de 2020. Se debe tener en cuenta que esta cifra global no incluye las personas que se sospecha que han sido ejecutadas en China, Corea del Norte y Vietnam, cuya cantidad es difícil de estimar. La organización pro-derechos humanos destaca que “el secretismo y el acceso restringido a la información en el caso de estos tres países impidieron llevar a cabo un seguimiento riguroso de estas ejecuciones”.
En el caso de China, el país encabeza de lejos el ranking de los mayores ejecutores a nivel mundial. De acuerdo con lo publicado por Statista es “el mayor verdugo del mundo”. No hay una cifra oficial porque es información clasificada pero se cree que el año pasado de personas ejecutadas fue de miles.
Sin tener en cuenta “la gran cantidad de ejecuciones” que se cree que han tenido lugar en Corea del Norte y Vietnam y cuyo número ha sido imposible determinar, al gigante asiático le siguen Irán (con al menos 314 ejecuciones registradas), Egipto (con un mínimo de 83) y Arabia Saudí (con 65).
Por detrás de los países con más ejecuciones se sitúan Siria, Somalia, Irak y Yemen. Después aparecen Estados Unidos, con 11 ejecuciones, y Sudán del Sur, con al menos 9.